En octubre comenzó, en el Ateneo de la Casa Salesiana de Bernal, el primer torneo de fútbol de exalumnos, que convoca desde la promoción 1988 hasta la 2017.
La idea comenzó a gestarse, antes de la pandemia, en el corazón de Hernán Herrero, profe de Educación Física y exalumno del colegio salesiano, pero recién ahora pudo llevarla a cabo, con la ayuda y la colaboración de otros dos docentes: Lucas Pontes y Bautista Toledo, también egresado del Instituto Esandi.
La convocatoria fue realizada ubicando a un referente de cada promoción, y después, el entusiasmo de los propios convocados hizo el resto. La única condición para participar es haber pasado por las aulas de la primaria o de la secundaria, y no se permite jugar en otra categoría que no sea la propia.
Hernán reacondicionó arcos y marcó las canchas, iluminó el sector donde funciona el buffet y consiguió sponsors que, con gusto, apoyaron la idea.
Ahora, cada viernes, 28 equipos disputan sus partidos, mientras una enorme cantidad de exalumnos, participa del espectáculo como espectadores. Los jugadores llegan al Ateneo para encontrarse con sus amigos, con antiguos compañeros de colegio y “con esos pibes de otras camadas que hace mil años que no veíamos” -en palabras de un participante. Algunos van a acompañados por sus hijos, otros por sus esposas y hasta con algunos padres.
“Es una experiencia hermosa: los dos viernes que vine me emocioné tanto…”, comentó un antiguo alumno de la promo ’88 que no juega al fútbol, pero disfruta del encuentro y del buffet.
“Es maravilloso verlos jugar y reírse juntos, parecen nenes otra vez”, nos dijo la esposa de un egresado del ’95.
“Venir a verlos acá a ustedes me recuerda cuando íbamos a los torneos de CoCaPri, cuando estaban en la primaria”, dijo el papá de un egresado ’90 con los ojos llenos de lágrimas.
Rodolfo Mollevi, antiguo maestro de séptimo grado, es un fiel hincha de todos los equipos. Y desde el costado de la cancha, disfruta del juego y de la charla de cada viejo alumno que se le acerca.
Cada promoción le puso un nombre a su equipo. Destacamos algunos, como “Árbol Torcido FC” y “Sportivo Rataplán”, en honor al padre Vicente Buccheri, o “La Pezzoleta FC”, por Luis Pezzolo; dos salesianos que, en su paso por Bernal, han marcado a cientos de chicos con su amor y su carisma.
El fútbol es la excusa, bien al estilo salesiano, pero cada viernes es una verdadera fiesta del reencuentro que, además, puede extenderse hasta altas horas de la madrugada, gracias -también- al servicio de parrilla. Y es comprensible: muchos de los participantes no habían vuelto en años al colegio, y ahora les cuesta despedirse hasta la semana siguiente.
Los organizadores prometen sumar pronto un torneo de fútbol, pero para las exalumnas; y sueñan en grande con próximos eventos.
Ojalá que esta primera experiencia sea el punto de partida de muchas otras.
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