La gruta de Lourdes recibió a peregrinos de toda la Patagonia 

El domingo 12 de febrero, Puerto Deseado y otras ciudades de la zona, peregrinaron al santuario natural de la Virgen de Lourdes, en el Cañadón de las Bandurrias, a unos 15 kilómetros de la ciudad de Puerto Deseado.

Bajo el lema  “Con María nuestra madre, seamos sembradores de la paz en el camino de nuestra vida”, miles de peregrinos llegaron a esta gruta para pedir y para agradecer a la Virgen María bajo la advocación de Nuestra Señora de Lourdes, cuya fiesta litúrgica se celebra cada 11 de febrero.

La misa central de este domingo fue celebrada por el obispo de Río Gallegos, Jorge García Cuerva y concelebrada por el obispo auxiliar Fabián González Balsa, por el P. Humberto Ramírez, del clero diocesano, párroco de San Juan Bosco en Caleta Olivia y por el P. Patrick Warjri, rector del santuario de María Auxiliadora y del santuario natural de Lourdes, y director de la Casa Salesiana de Puerto Deseado. 

Entre los peregrinos, acompañaron a la Virgen miembros del Regimiento de Caballería de Tanques 9 del Ejército Argentino, quienes apadrinan la gruta.

Vale la pena recordar que, para los salesianos, esta devoción es muy especial porque para muchos de ellos es el aniversario del día en que iniciaron su noviciado.

 

Lourdes y los salesianos

El Mayor del Ejército Argentino, Milo Fernández Barbieri, con asiento en el Regimiento de Puerto Deseado, descubrió este lugar cuando hacía ejercicios físicos de rutina. Él, personalmente, se acercó a los salesianos P. Manuel González y P. Mauricio Ducó, que atendían la parroquia Nuestra Señora de la Guardia de Puerto Deseado, y les planteó convertir este cañadón en una gruta en honor a la Virgen de Lourdes.

En 1947 se iniciaron las tareas de remoción de rocas, emparejamiento del piso, entre otras tareas, con la activa participación de los alumnos pupilos del colegio salesiano San José. Con la ayuda de algunas empresas y de la comunidad deseadense se ahondaron las acequias de escurrimiento de aguas y se limpió todo el cañadón con el fin de disminuir el peligro que pudieran correr los peregrinos.

En tiempos de lluvias se forma una cascada de 9 metros de altura que confluye en un foso natural. Allí, fue colocada una gran Cruz modelada por el frigorífico local (CAP) con materiales donados por la empresa YPF.

El 23 de noviembre de 1947, acompañado por los salesianos González y Ducó, el Mayor Fernández junto con su esposa y con miembros de la comunidad parroquial, realizaron la primera procesión al lugar, llevando las imágenes de la Virgen de Lourdes y de Santa Bernardita, las cuales fueron ubicadas en el lugar que hoy ocupan.

Desde aquella oportunidad, todos los años, en el último domingo de noviembre, fiesta de Cristo Rey, se realiza la peregrinación anual de la ciudad de Puerto Deseado a la gruta de la Virgen de Lourdes. Asimismo, en febrero, con motivo de conmemorar su día, se lleva a cabo otra peregrinación anual con participación de muchísimos fieles, de toda la región y de provincias vecinas.

 

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