El pasado sábado, 8 de agosto, el equipo de voluntariado se reunió virtualmente con los jóvenes que realizan la experiencia de voluntariado en cuatro casas de nuestra inspectoría.
El encuentro permitió que cada uno de los voluntarios compartiera las vivencias más importantes de esta primera mitad del año: aprendizajes, preocupaciones, desafíos y certezas.
Con alegría descubrimos la riqueza de estos meses: la amistad surge de maneras insospechadas en lo sencillo del día a día, la fraternidad crece en los pequeños detalles de una vida de comunidad potenciada por la cuarentena; la creatividad ha sido el motor de nuevas iniciativas pastorales y de nuevos patios virtuales; los momentos de encuentro personal se consolidan gracias a mejores tiempos para el silencio y la oración. Aunque muchas expectativas han cambiado, el valor de entregar la vida sirviendo con generosidad es una convicción que se mantiene y da sentido al camino recorrido.
Las comunidades de Zapala, Junín, Victorica y Buen Pastor se ven fortalecidas este año con la presencia de Felipe y Melu, Mica y Hernan, Juan Martin y Chira, Laura y Paula. Su servicio nos ayuda a descubrir la presencia amorosa de Dios que cuida y acompaña a todos; junto a ellos, sigamos sembrando esperanza en nuestras comunidades.
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