El sábado 20 de agosto se llevaron adelante los festejos por las fiestas patronales de la Parroquia San Juan Bosco y del Colegio San Miguel. Asimismo, en dicho festejo se celebraron los 75 años como Casa Salesiana en La Plata.
Antes del momento de la merienda, luego de los juegos, se hizo un gesto significativo en donde la directora de la Casa Salesiana, María Laura Tunessi, leyó una carta dirigida a la comunidad del futuro, la comunidad del año 2047. Esa carta se colocó como en una cápsula del tiempo para que pueda volver a ser leída en dicho año.
También, visitó la Casa Salesiana y presidió la misa el arzobispo de la Plata, Mons. Víctor Manuel Fernández. En su homilía, afirmó: “recordar a Don Bosco es siempre una alegría, porque su figura paterna nos invita a recuperar la esperanza, el optimismo, las ganas de hacer el bien, la alegría. Don Bosco es un modelo del humanismo cristiano que es siempre nuevo y actual (…). Don Bosco había recogido el humanismo cristiano de San Francisco de Sales, el santo que invitaba a la amabilidad, el buen trato, la paciencia, la santidad en la vida común de todos los días. Pero esta enseñanza, Don Bosco la hizo carne. Su propia persona, su vida y su obra se convirtieron en un modelo visible de esa propuesta de vida, y él agregó una cuota de pasión, de ganas de cambiar las cosas poniendo el cuerpo y el alma (…)”.
Cada grupo de la Casa participó de los preparativos de esta fiesta: el armado y animación de los juegos estuvo a cargo de los animadores y las animadoras del Movimiento Juvenil Salesiano (MJS); la merienda fue realizada por peregrinos a Luján, por la Asociación de María Auxiliadora (ADMA) y por Caritas; la decoración fue el trabajo del grupo La Sociedad de la Alegría; la animación musical de la misa, a cargo del coro y grupo Santa Mónica; y la guía y las lecturas, a cargo del jardín y del colegio.
También, participaron muchas más personas y grupos. Todos pusieron su grano de arena para que todo sea un clima de fiesta oratoriana y cada uno pueda seguir soñándose y construyéndose como Casa Salesiana, poniendo a los niños, a las niñas y a los jóvenes en el centro.
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