Durante los meses de enero y febrero 20 jóvenes realizaron la experiencia del Voluntariado Juvenil Misionero Salesiano en distintas Casas Salesianas de Argentina Sur. Cruzando cientos de kilómetros, de punta a punta de la Inspectoría, varios animadores, muchos de ellos luego de terminar las actividades con sus grupos, emprendieron el camino de la generosidad al salir al encuentro de realidades diversas: el campo, la ciudad, las presencias misioneras, las colonias de verano, campamentos y experiencias formativas. En cada espacio de la inspectoría, muchas comunidades abrieron sus puertas para recibir la alegría y disponibilidad de quienes, inquietos por la convocatoria surgida en el mes de noviembre por la Pastoral Juvenil Inspectorial, decidieron decir “sí” al voluntariado.
“El hecho de venir a misionar a la meseta es sinónimo de estar, es compartir, es multiplicar aportando de lo nuestro. La gente nos espera, la gente nos recibe y siempre tiene un mate y una charla para compartir. Me voy llena de sentimientos encontrados y contando los días para poder volver. Aprendí más de ellos que ellos de mi. Gracias por darnos la oportunidad de este voluntariado” (Micaela Jaramillo, de General Roca, hizo su voluntariado con la comunidad de Trelew).
“Finalizado ya mi voluntariado en Trelew y por arrancar el retiro de Junín no quería dejar de agradecer por esta experiencia. El voluntariado superó ampliamente mis expectativas. Fue una experiencia súper enriquecedora, compartir con las comunidades de la meseta chubutense fue verdaderamente hermoso. Agradezco a todo el equipo que confió en nosotros y organizó todo esto, agradezco a mi compa voluntaria y a la comunidad de Trelew que nos recibió con mucho cariño. Agradezco a todas las personas que me fui encontrando durante este mes. Es muy lindo laburar sabiendo que hay muchos más en la misma, que pusieron su vida en pausa para brindarse plenamente a las comunidades. Me y nos invito a replicar estas experiencias en nuestras Casas de origen y que el voluntariado salesiano siga creciendo.” (Camila Seijas, de Ramos Mejía, hizo su voluntariado con la comunidad de Trelew).
“Dar por dar, no busques otra explicación.
A entregarle a los demás eso que sos” (Dar, Aristophanes)
“Gracias al Dios de la vida por regalarme tan hermosa experiencia. Fue un mes intenso y hermoso de voluntariado, compartiendo la misión, la fe y la vida en Junín de los Andes. Con esta gran compañera, Yanela Aravena, de Esquel, con quien nos entendimos y compartimos desde el primer día. Poder vivir y estar con la gente de Aucapan y Nahuel Mapi fue realmente un regalo. Las charlas, los mates, las tortas fritas, los ruegos en lengua Mapuche y todo lo que nos enseñaron sobre su comunidad. El poder cumplir años acá también fue un regalo, entendiendo que la vida/mi vida es esto, el servicio y el compartir con lxs demás. Me voy con el corazón lleno… de nombres, de rostros, de gestos. Con ganas de compartir con otrxs esta experiencia y con muchas ganas de volver a este lugar hermoso que nos recibió con los brazos abiertos. Gracias a los salesianos que me recibieron, a los que me acompañaron y permitieron vivir esta experiencia.” (Ayelén Águila, de Río Grande, hizo su voluntariado con la comunidad de Junín de los Andes y cubrió para @donboscosur la Experiencia Magone del MJS de Comahue y el Retiro de Jóvenes de Junín de los Andes).
En las próximas semanas seguiremos compartiendo en donboscosur otras experiencias y testimonios de los jóvenes voluntarios.
0 Comments