El sábado 3 de junio, en la Casa Deán Funes, los nuevos docentes que están ingresando a las Casas de la Presencia Salesiana en Comodoro Rivadavia, participaron de un encuentro que tuvo el objetivo de compartir algunos puntos prioritarios sobre el carisma salesiano, sobre el Sistema Preventivo de Don Bosco y sobre el perfil del docente salesiano.
Este encuentro ya lleva una tradición en el Deán Funes. Se organiza todos los años para el personal nuevo que va ingresando. Pero la particularidad de este año es que se realizó en conjunto con la Casa Domingo Savio.
Participaron más de 40 docentes de todos los niveles que, a lo largo de diferente dinámicas, pudieron profundizar sobre el carisma de Don Bosco.
A continuación, se comparten algunos testimonios de docentes que participaron:
“Haber podido participar del encuentro fue una experiencia muy enriquecedora en aspectos formativos, personales y educativos. Considero que el poder hacer y compartir con docentes de otra Casa Salesiana ha sido muy gratificante; posibilitó intercambiar y renovar experiencias, conocimientos y prácticas educativas. Estos espacios ofrecidos por la Institución aportan mucho a la construcción constante de nuestro ser docente salesiano, permite interiorizarnos en nuestra propia trayectoria educativa para mejorar nuestras propias prácticas”. (Prof. Antonella Álvarez)
“Pensar en este encuentro, es poner foco en la gran oportunidad que nos brinda la docencia y, por qué no, la vida. De ser tocados en el corazón, por María; tal como fue con Don Bosco. A medida que avanzaba la jornada, fue inevitable otorgar rostros de niños; a cada intención y momento; sintiendo un deseo latente de ser guía y esperanza; tal como lo fueron para mí cada uno de mis educadores. Hoy en día puedo decir con certeza que no recuerdo un docente en particular; que haya hecho dulce mi trayecto, pero puedo recolectar de cada uno de ellos una cualidad, un destello de luz que me inspiraba a seguir. Estoy fielmente convencida de que los docentes salesianos somos eso, un montón de lucecitas que alumbran con diferente intensidad los caminos de cada estudiante. Somos un sin fin de llamitas desparramadas que esperan llegar a cada corazón para hacerlos brotar en todo su esplendor”. (Prof. Gabriela Carrizo)
“El encuentro me pareció muy interesante. Recordar a quienes me iluminaron este camino de la docencia, reflexionar y re-pensar mi tarea diaria: ¿qué estoy haciendo yo? ¿En qué debo mejorar? Resignificar situaciones a partir del trabajo con colegas desconocidos. Estoy convencida que nuestro trabajo siempre se da de la mano de un otro, quien te ayuda a ampliar tu mirada pensando en intervenciones y estrategias que beneficien a los niños.
Cuando analizamos los casos en grupos, fue inevitable no pensar en mis alumnos, y parecía increíble cómo sus rostros se me venían a la cabeza, sus preocupaciones, actitudes y, con ellos, sus familias… ¡Qué importante es que sepamos trabajar en conjunto, priorizando a los niños y conociendo sus realidades! Muchas veces somos ejemplos en sus vidas y más de una vez somos el abrazo de contención, aliento y amor que desean encontrar. Seguir los pasos de Don Bosco y de María Auxiliadora, quienes se preocuparon por tantos jóvenes, guiaron, acompañaron y enseñaron… ¡Qué importante es entender que cada niño que está en nuestras manos merece recibir lo mejor de nosotros, con dedicación, compromiso y una escucha atenta!”. (Prof. Rocío Díaz)
“El encuentro fue una experiencia hermosa. Más allá de la visión pedagógica, trabajar los vínculos dentro del aula, situaciones reales diarias que se generan entre los diferentes actores escolares… tuve el agrado de socializar con colegas docentes de otros niveles. Se trabajó en equipo, en un clima agradable con intercambios desde diferentes realidades”. (Prof. Carolina Ovejero).
“El encuentro fue muy importante. Me invitó a pensar y a reflexionar sobre mis intervenciones pedagógicas ante distintas problemáticas. El compartir nuestras formas de estar y de intervenir con otros docentes ayuda a repensarse y armarse de más estrategias. El taller me permitió conocer el marco teórico sobre el que se asientan las bases de la educación salesiana: ‘Educar con el corazón’”. (Prof. Adriana Vargas)
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