¡Un testimonio inspirador!

La Casa Salesiana de Río Gallegos vivió un gran momento de emoción y alegría con la visita de Claudio Perusini, ex educador de la Casa, cuya vida fue marcada por un milagro de María Antonia de Paz y Figueroa, María Antonia de San José, o como es popularmente conocida, Mama Antula.

A raíz de esto, Claudio estuvo presente en la misa de canonización del pasado 11 de febrero donde el Papa Francisco declaró a Mama Antula como la primera santa argentina.

Claudio compartió con los y las jóvenes de Río Gallegos su increíble historia de fe y superación. En 2017, sufrió un ACV que dejó a los médicos sin esperanzas de recuperación. Sin embargo, su familia y amigos decidieron pedir la intercesión de Mama Antula, por recomendación de Mons. Ernesto Giobando SJ (actual administrador apostólico de la diócesis de Mar del Plata), quien en su juventud fue compañero de escuela de Claudio.

Después de meses de lucha y rehabilitación, Claudio experimentó una recuperación que los médicos calificaron de milagrosa. A pesar de los desafíos, su fe inquebrantable lo ha llevado a vivir cada día con gratitud y esperanza.

Su visita a esta Casa Salesiana fue un recordatorio poderoso de la importancia de la fe y la confianza en Dios en los momentos más difíciles.

 

¿Quién fue Mama Antula?

María Antonia de Paz y Figueroa nació en Santiago del Estero en 1730. A los 15 años empezó a acompañar a los Jesuitas en la tarea de evangelización de los pueblos originarios santiagueños, enseñándoles la Palabra de Dios, a leer y a escribir, y a perfeccionar técnicas de ganadería y agricultura. Ella hablaba quichua. Y fueron los indígenas quienes la bautizaron Mama Antula.

Cuando los jesuitas fueron expulsados de América en 1767, a la edad de 38 años, Mama Antula recibió la misión de su vida: continuar con la práctica de los Ejercicios Espirituales que realizaban los jesuitas, para la salvación de las almas. Fue entonces cuando empezó su misión en salida y eligió su nombre de Iglesia: María Antonia de San José.

Llegó a Buenos Aires caminando más de 5 mil kilómetros, donde realizó su obra cúlmine, en los inicios del Virreinato del Río de la Plata: la construcción de la Santa Casa, un lugar levantado enteramente con donaciones, y donde exclusivamente se realizan los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola. Fue inaugurada en 1795 y allí murió Mama Antula en 1799.

 

El camino a la canonización

El 2 de julio de 2010 el Papa Benedicto XVI autorizó a la Congregación para las Causas de los Santos a promulgar el decreto por el que se reconoce que la Sierva de Dios María Antonia de Paz y Figueroa practicó las virtudes cristianas en grado heroico y la proclamó Venerable.

Cinco años más tarde, el 25 de junio de 2015, la Junta Médica del Vaticano dio su voto positivo al presunto milagro ocurrido por intercesión de la venerable María Antonia de Paz y Figueroa. Entonces, la Comisión de Teólogos de la Congregación para las Causas de los Santos emitió un dictamen unánime y positivo sobre la causa de beatificación de Mama Antula.

El 27 de agosto de 2016 fue beatificada en su tierra natal, Santiago del Estero.

Finalmente, el 24 de octubre de 2023 el Papa Francisco aprobó el segundo milagro que permitió su canonización, que se realizó el 11 de febrero de 2024 en Roma.

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