El P. Víctor Sánchez, salesiano de la Inspectoría Argentina Norte, que forma parte de la comunidad de Salta, realizó un ícono sobre el sueño de los 9 años de Juan Bosco. Se trata de una obra que la pone a disposición de toda la Familia Salesiana, para reflexionar, contemplar y profundizar sobre este sueño profético, especialmente en este año en el que conmemoramos el 200 aniversario.
El ícono puede descargarse aquí. A continuación, ponemos una detallada explicación de esta obra que nos ofrece el auto a manera de meditación.
“Un sueño que nos hace soñar”… 2024
Amigos de todos lados, he concluido un icono juvenil más, el Nro:115. Sin boceto previo, solo mis pinceles y colores, un icono para los niños de la Escuela y el MJS.
Rezando el Aguinaldo del Rector Mayor de la Congragación Salesiana para este 2024, nació en mi corazón esta imagen a la cual nombré: “Un sueño, salvar a los jóvenes” “Aquí está tu campo”.
Es una recreación propia del sueño de nuestro fundador San Juan Bosco cuando tenía la edad de los 9 años. Aquél sueño determinó en su temprana niñez un llamado vocacional a trabajar por los niños y jóvenes pobres, abandonados y en situación de peligro de su época.
Hoy somos herederos de este sueño los que vivimos el carisma salesiano, queremos ser parte del corazón de este gran soñador.
Intentaré describir este icono juvenil del sueño de Juanito para que pueda servir de guía en tu oración delante de él. Al menos fue pintado para este fin. Si sale un pensamiento o una oración a Dios, valió la pena haberlo realizado:
“Al cumplir este año 2024, 200 años de aquel sueño de Juanito Bosco, vienen aquellos momentos de meditación frente a la lectura del mismo.
A medida que pasan los años, como salesiano sacerdote, lo he imaginado muchas veces, y sigo recreándolo en mi mente y corazón lo que significó para Don Bosco haberlo tenido con solo nueve años.
Lo pienso cada vez más a Juanito recostado no en una cómoda cama dentro de la casa, sino en el mismo patio – prado de la infancia (el patio de su casa).
El cuadro evoca ese lugar, y a medida que pasan los años, cada vez el patio es más extenso, con aroma a hierbas y grandes árboles y Juanito durmiendo tirado sobre el césped, poniendo un oído en la tierra y el otro dirigido al cielo, esperando escuchar la voz de Dios.
Pienso, además, que nunca este sueño quedó encerrado en el corazón de Juanito, siempre estuvo acompañado por la mirada y el consejo de su mamá Margarita.
También nuestras madres van acompañando nuestro crecimiento, nuestros sueños y proyectos. Mamá Margarita se hizo “soñadora” de un sueño que no le era propio, pero lo hizo suyo por su hijo. Dios tenía un plan para su hijo, y ella lo acompañó siempre.
Juanito Bosco al recordar el sueño (que se recreó varias veces a lo largo de toda su vida) le fue dada una Maestra por Aquel Hombre Luminoso. Aquella que su propia mamá Margarita comenzó a enseñarle desde sus oraciones de piedad.
Seguramente a ustedes, como me pasó a mí y a mis hermanos, las primeras oraciones fueron aprendidas de labios de mamá. Así también fue en la vida de Juanito, su mamá le enseñó a dirigirse sus oraciones de cada día a Dios y su Madre, la Virgen María.
Margarita acompañó a Juan a descubrir en el sueño la voluntad de Dios, y ambos se pusieron en camino, había que hacerlo realidad, la Maestra también los acompañaba.
Junto a Dios, lograron con mucho esfuerzo cumplir aquel sueño aprendiendo juntos a cuidar los corderitos encomendados, a sostenerlos, aconsejarlos, dales un hogar y enseñarles a tener una vida cristiana, llena de entrega a los demás: “buenos cristianos y honrados ciudadanos”.
(Hoy rezo por todas las mamás que susurran oraciones por sus hijos e interceden por sus sueños y proyectos).
Quizás, por los colores o por la centralidad del icono, detuviste la mirada en Margarita y Juan, y desde ellos comenzaste a ampliar la visión en todos los demás….
Por un lado, los osos, lobos, gatos, cabrito/s pintados con tonos grises y celestes evocan el sueño, pero cuanto más cerca están de Juanito, más reales aparecen…. Quise representar que las “fieras salvajes del sueño” pueden ser las que hoy son nuestros destinatarios preferenciales. Aquellos que muchas veces nos negamos a mirar o son difíciles de mirar: los que no entendemos, los distintos, los violentos, etc; etc; etc; … Sin embargo, son aquellos que no escapan de la mano de Juanito ni de su madre Margarita. Ellos también son parte del sueño, “todos son NUESTROS” y no los podemos ignorar o sacarlos de nuestro interés.
Son y fueron ellos (antes del sueño) los contemplados por Jesús y su Santa Madre. Por eso se los confiaron al pequeño Juan para que valla madurando en su corazón la respuesta para ellos.
En este icono Juanito y Margarita en sus sueños de madre y de hijo, se hacen puentes de amor y misericordia. Sus manos hacen de puentes activos en la trasformación.
Las “fieras salvajes” están en todos lados afuera y dentro de nuestros patios, inclusive en nuestros propios corazones.
Todos estamos en camino de trasformación. El Rector Mayor llama a este proceso “Movimiento pascual”. Juanito en compañía de su madre Margarita lo irán aprendiendo durante toda la vida, no como simples espectadores de los sueños de Jesús, sino que además serán instrumentos activos de cambio junto a Él: “Salvar almas” será el objetivo primordial del Hogar, del Oratorio para todos, del corazón del hijo y de su madre.
En tercer lugar, luego del mirar a los “que nos asustan” o mejor dicho por todos aquellos que nos hacen doler la cabeza para buscar los caminos y los tiempos apropiados para que se dé ese encuentro con el Señor, nos detenemos en aquellos corderitos pequeños que buscan el regazo de Juanito y de Margarita. Quise representar aquí, no solo la “trasformación pascual que esperamos de todos”, invitación a mirar dada por el Rector Mayor en el Aguinaldo 2024, sino que además el trabajo compartido como familia, como familia salesiana. El pastoreo en trabajoso, cansador y a veces excesivo, sin embargo, también Dios nos hace testigos de su Amor Infinito a los niños y jóvenes que transitan estos vaivenes de la vida de fieras a mansos corderos y viceversa.
Es por ello, que debemos cultivar la paciencia, los tiempos de trasformación pascual solo de Dios depende En algunos quizás seamos testigos, pero en otros se dará con el paso del tiempo (aún si llegamos a verlo). Dios es Bueno, y obra en cada corazón de manera distinta.
El “Suelo – Campo”, habla de “Tierra Sagrada, de Vocación Misionera y Permanencia donde fuimos sembrados. Dios en el corazón de Juanito, nos da la llama con su Santo Espíritu, de arder con entusiasmo por la misión encomendada. A la vez es el aquí y ahora, en este lugar donde debes trabajar. Aquí está tu sueño, aquí están tus “fieras salvajes”, aquí están tus corderitos a los que debes cuidar.
Por último, el prado donde descansan y sueñan Juanito y Margarita, se proyecta en “otro suelo sagrado”, mucho más elevado, el “Un Eterno Oratorio Celestial”, allí está la meta de nuestra misión carismática.
Lo que podemos hacer como familia Salesiana (simbolizada como un gran árbol), herederos del sueño de los nueve años de Juanito, es elevar la mirada y tomar conciencia de que todo lo que trabajamos es para “SALVAR ALMAS PARA DIOS”.
Como familia, somos invitados a la misma fiesta del Oratorio, y ser testigos por toda la eternidad del Amor de Jesús y de la Virgen María.
Abrazos a todos
Víctor sdb
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