Por los lugares de Italia que frecuentó Don Bosco

Para los cientos de salesianos coadjutores que han llegado a Roma con motivo de la canonización de Artémides Zatti, los momentos de celebración, espiritualidad, comunión y agradecimiento aún no han terminado. El comité organizador que se encarga de todos los actos relacionados con la canonización preparó una peregrinación tras las huellas de Don Bosco. Inició el sábado 8 de octubre, descubriendo los lugares vividos y frecuentados por el Padre y Maestro de la Juventud en la capital de Italia. El programa se completa estos días en Turín, Castelnuovo Don Bosco y en los tradicionales lugares salesianos de Piamonte.

Luego de la celebración de canonización, el lunes 10 de octubre por la tarde llegaron a Turín.

El martes 11 hubo dos momentos fundamentales: por la mañana, divididos en pequeños grupos, los coadjutores visitaron Valdocco, la Casa Museo Don Bosco, la Basílica de María Auxiliadora y todos los espacios particularmente importantes de la Casa Madre salesiana, para descubrir la figura de Don Bosco como sacerdote y la presencia permanente entre los jóvenes del Oratorio. Por la tarde, participaron en la solemne Eucaristía de acción de gracias, por la santidad de Artemide Zatti, presidida por el Rector Mayor, Ángel Fernández Artime.

El miércoles 12, en cambio, será el día dedicado a profundizar los primeros años de vida del joven “Giovanni Bosco”, así como su formación inicial en la vida sacerdotal. Los coadjutores peregrinos visitarán, así, Chieri y Castelnuovo Don Bosco y en particular todo el complejo del Colle Don Bosco.

El tercer y último día efectivo de la peregrinación, el jueves 13 de octubre, de regreso de Valdocco y por las calles de Turín, se permitirá a los hermanos presentes profundizar la figura de Don Bosco como fundador de la Congregación y conocer los primeros años de desarrollo de la Sociedad Salesiana.

La comitiva de salesianos coadjutores de la Inspectoría de Argentina Sur está siendo acompañada por el obispo de Viedma, Mons. Esteban Laxague, y por el Padre Inspector, Darío Perera.

 

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