El domingo 14 de mayo el P. Abel Iglesias Cortina tomó posesión como párroco de Santa Catalina de Siena, del barrio porteño de Constitución. Fue en una celebración que presidió el obispo auxiliar de Buenos Aires, Mons. José María Baliña, y que concelebró el P. Alejandro León, director de la Casa Salesiana San Juan Evangelista, de La Boca, y el P. Raúl Varela, decano de La Boca-Barracas de la Arquidiócesis de Buenos Aires.
En la celebración estuvieron presentes el director general de la Casa Salesiana, Fabián Massoni, junto con la comunidad educativo pastoral, entre muchos otros amigos de comunidades cercanas y miembros de la Familia Salesiana que acompañaron al P. Abel como su delegado inspectorial. También participó un grupo de exalumnos que este año cumplen 50 años de egresados de esta Casa Salesiana.
Para donboscosur, el P. Abel explicó qué significa ser párroco hoy: “El párroco tiene que ser pastor de una comunidad de comunidades. Una comunidad que abarca peregrinos y movimiento eclesiales, y que presta servicios en la catequesis, en la evangelización, a través del anuncio de la Palabras de Dios, la celebración de los sacramentos, el acompañar a los fieles, sobre todo en los momentos de enfermedad o cuando ha fallecido algún ser querido. Y también, el servicio de Cáritas parroquial para asistir a los más necesitados”.
“La misión del párroco es ayudar a los bautizados a formar comunidad. Es necesario volver a generar, como en la primera comunidad, una inclusión de todos, donde todos compartan y reciban lo que necesiten. A mi me gusta mucho el concepto del Papa Francisco del mes de febrero, que habla de la parroquia con entrada libre y gratuita… La parroquia debe estar con las puertas abiertas para la entrada de aquellas personas que se acercan, pero también con las puertas abiertas para que la comunidad se haga responsable de la misión. Que sea una comunidad creyente, celebrativa y misionera”, aseguró.
Y sobre la realidad del territorio parroquial, el P. Abel describió: “Santa Catalina es una parroquia que está ubicada en un ambiente muy popular. Con la estación de tren de Plaza Constitución a pocas cuadras, es centro de peregrinaciones de gente que se acerca tanto del sur de la Ciudad de Buenos Aires como desde el Gran Buenos Aires. Hay muchos devotos de Santa Catalina…”
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