En el marco de los festejos en honor y memoria de San Juan Bosco, la Casa Salesianos del barrio de La Boca inició su Año Jubilar por el 150° aniversario de la creación de la parroquia San Juan Evangelista y por los 145 años de presencia salesiana en este barrio porteño.
Fue con una celebración en la tarde del 31 de enero, que presidió Mons. Jorge Ignacio García Cuerva, obispo de Río Gallegos, y concelebraron el párroco Alejandro León SDB y el P. Carlos “Lito” Álvarez, en donde se congregó la comunidad educativa-pastoral de esta Casa Salesiana.
A partir de las lecturas de la Misa, y destacando el mensaje del Papa Francisco sobre Don Bosco pronunciado en el Ángelus del domingo 30, el obispo invitó a vivir como niños deseando imitar a San Juan Bosco en su creatividad y audacia para salir al encuentro de todos los que viven situaciones de vulnerabilidad, especialmente los jóvenes, “haciendo de nuestra parroquia una casa de puertas abiertas y viviendo desde la alegría del Evangelio este tiempo difícil de pandemia que nos toca transitar con la misma certeza que habitaba el corazón de Juan Bosco: Jesús nunca nos abandona”.
Luego de la celebración, el P. Alejandro León expresó: “Celebrar 150 años de vida parroquial nos llena de emoción siendo la primera parroquia salesiana del mundo, estando al cuidado de los salesianos desde hace 145 años. Todo esto nos hace pensar en la opción de Don Bosco, de quedarse aquí en La Boca por los jóvenes migrantes, los más vulnerables, de finales del siglo XIX. Durante este tiempo, tantos salesianos fueron dándole vida a este espacio boquense”. Y recordó: “Al P. Carlos Ripoll SDB, con los patios boquenses, a quiénes fueron construyendo y llevando adelante el colegio, el oratorio y el Batallón 5 de Exploradores Argentinos de Don Bosco. A quiénes fueron dándole vida a la capilla de la Esperanza y a la capilla San José. A quiénes sostuvieron Cáritas todos estos años, y a todos aquellos que hoy siguen en la brecha dando su vida por los demás desde su fe en Jesús”.
A continuación, el párroco de San Juan Evangelista se centró en el significado de este Año Jubilar para la comunidad: “Celebrar 150 años de vida parroquial es celebrar toda una historia de cuidado educativo-pastoral, es hacer memoria, pero también es comprometernos con el presente con una mirada al estilo de Don Bosco, capaz de soñar propuestas y espacios para los jóvenes más vulnerables para los hermanos que más necesitan. Es soñar una parroquia nueva que se inserte en el tejido barrial y camine con otros en red”.
“Estamos iniciando este Año Jubilar –expresó el salesiano– y lo iniciamos con esta celebración en honor a Don Bosco. Fue una iniciativa de la Familia Salesiana de nuestra Casa: los Salesianos Cooperadores, la Asociación de María Auxiliadora, las Hijas de María Auxiliadora y los distintas asociaciones y grupos de la parroquia y de la Casa que le han dado vida a esta fiesta”.
Con la presencia de un obispo patagónico
Esta fue una celebración especial, no solo por dar inicio a este Año Jubilar, sino porque fue presidida por el obispo de Río Gallegos, un obispo patagónico de una diócesis con importante presencia salesiana y que tiene como patrono a San Juan Bosco. Asimismo, fue concelebrada, además de por el párroco salesiano, por el P. Álvarez que forma parte del clero de Río Gallegos.
“Fue una alegría que el padre Obispo Jorge Ignacio García Cuerva presida esta primera celebración. Su reflexión nos ayudó a pensar el hoy celebrando el ayer y proyectándonos comprometidamente con el mañana. Además, es curioso que de esta Casa Salesiana haya salido el primer intento de entrada a la Patagonia por parte de los salesianos en la persona del P. Domingo Milanesio SDB”, agregó el P. León. Y puntualizó: “Creo que esto marca la dimensión misionera encarnada y comprometida que tiene que tener la presencia salesiana en el barrio de La Boca”.
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