Lo que importa es el don de la santidad que reciben personas comunes que durante su vida se destacaron por hacer el bien a los demás

Segunda jornada: 19 de marzo

Bajo el lema “Como Don Zatti, no dejemos para mañana el bien que podemos hacer hoy”, se realizó la IX Peregrinación a Viedma, Río Negro,  en honor al primer santo de la Patagonia, San Artémides Zatti, en conmemoración del  72° aniversario de su fallecimiento, el pasado 15 de marzo.

Fue durante el fin de semana del 18 y el 19 de marzo y contó con la presencia del Rector Mayor de los Salesianos, P. Ángel Fernández Artime, acompañado por el Padre Inspector de Argentina Sur, Darío Perera SDB.

En la segunda jornada, por la mañana, los peregrinos tuvieron un momento de oración en el patio del antiguo Colegio San Francisco (al lado de la Catedral de Viedma) frente a la urna con las reliquias de Don Zatti. Luego, partieron en peregrinación junto con las reliquias de Don Zatti por las calles de Viedma, hacia la parroquia Don Bosco donde se realizaría la misa.

Paralelamente, en el auditorio de la parroquia Don Bosco, el Rector Mayor convocó a los directores y a las directoras generales de las Casas Salesianas de la Inspectoría, y a los salesianos consagrados. Allí, durante un poco más de una hora, el 10° sucesor de Don Bosco ilustró un panorama de la Congregación a nivel mundial. Luego, destacó la importancia del trabajo en la misión compartida entre religiosos y laicos, haciendo hincapié en que, en muchas presencias salesianas, la gestión, la animación y el servicio están encomendados a laicos con identidad salesiana. 

Asimismo animó a trabajar por la juventud, especialmente por la más pobre y abandonada, desde una mirada de fe en Dios y desde el carisma de Don Bosco, como lo hicieron los primeros salesianos que llegaron a la tierra patagónica, con el P. Juan Cagliero al frente, en 1875. Al final, el P. Ángel Fernández Artime se dispuso a responder preguntas de los presentes.

A las 11 de la mañana, empezaron a llegar los primeros peregrinos al atrio de la parroquia Don Bosco, luego del momento de oración en el patio del antiguo Colegio San Francisco, donde se iba a hacer la misa. Al final de la peregrinación venía la urna con las reliquias de Don Zatti y una imagen de María Auxiliadora.

La misa, que se llevó adelante bajo un sol intenso, fue presidida por el Rector Mayor, y concelebrada por el obispo local, Mons. Esteban Laxague; por el arzobispo de Bahía Blanca, Mons. Carlos Azpiroz Costa OP, y por su obispo auxiliar, Mons. Jorge Wagner; y por el obispos de Zárate-Campana y hermano del obispo local, Pedro Laxague, además de varios salesianos y sacerdotes del clero viedmense. 

Al iniciar, en representación de la Vida Consagrada en Viedma y en la región, una religiosa entregó al Rector mayor la Biblia, y unas enfermeras llevaron el guardapolvo de enfermero que usó Zatti, como signo del servicio a los demás.

Al momento de la lectura de la Palabra, la superiora de la Inspectoría de las Hijas de María Auxiliadora en Argentina, Hna. Silvia Boullousa, leyó la Primera Lectura.

Luego de la lectura del Evangelio de Juan (9, 1-41), el Rector Mayor pronunció la homilía. Allí, destacó la santidad de Zatti. Y aclaró que no importa si Zatti fue salesiano coadjutor; no importa si Zatti vivió en Viedma o en otro lugar; no importa si Zatti fue enfermero. Lo que importa es el don de la santidad que reciben personas comunes que durante su vida se destacaron por hacer el bien a los demás. 

Terminada el momento de la Eucaristía, y antes de la finalización de la misa, el P. Pedro Narambuena SDB, director de la Casa Salesiana de Viedma y vicepostulador de la causa de canonización de Artémides Zatti, invitó a los salesianos de más edad, el P. Renzo Adami y el P. Martín Dumrauf, y al salesiano más joven, el neoprofeso Leonardo Díaz, para que le colocaran al Rector Mayor el guardapolvo de enfermero de Zatti que fue entregado en el altar al inicio de la misa, como símbolo del servicio a los demás algo cotidiano en la vida del enfermero y “pariente de todos los pobres”.

A continuación, Mons. Esteban Laxague le regaló el P. Ángel Fernández Artime una placa tallada en madera, que contiene unas reliquias de Don Zatti. 

Finalizada la misa, el Rector Mayor se dispuso a saludar a la gente, ya que luego partió a Buenos Aires para, a partir del martes 21 de marzo, comenzar a participar junto con su Consejo General y con los Consejos de las Inspectorías de la región Cono Sur, de la Visita de Conjunto hasta el viernes 24.

 

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