¿Qué experiencia de Dios están haciendo las y los jóvenes de tu comunidad, al servicio de las y los más vulnerables?
Creo que la experiencia de Dios de nuestra comunidad al servicio de las y los más vulnerables es nuestro carisma que nos impulsa a no plancharnos frente esta situación, a continuar llevando alegría: haciendo los patios virtuales, festejando el día de María, acompañando desde los conversatorios, entre otras propuestas. Es estar en acción, en movimiento. Aún en tiempos difíciles, no perder todo lo rico y lindo que nos brinda este camino de Dios, de Don Bosco y de nuestra mamá María. Es allí donde está la experiencia, en continuar compartiéndola.
Nosotros no somos todos iguales, cada grupo tiene su identidad, su esencia y es por eso que cada uno le da su impronta a las acciones que lleva a cabo pero lo que jamás se pierde es la visión de que estamos acá porque sentimos ese llamado a no callarnos, a manifestar que nosotros elegimos acompañar a nuestros pibes y pibas; y los ponemos primeros ante cualquier circunstancia.
Así como Don Bosco acompañaba en cualquier situación a los jóvenes, siento que nosotros también lo ponemos en práctica: nos ponemos nosotros mismos al servicio, no arrugamos cuando las cosas se ponen complicadas. Siempre le buscamos la vuelta para que de alguna manera siempre encontrar la forma de seguir ahí con nuestros pibes y
pibas.
El trabajo es comunitario, solos no llegamos a nada. Creo que no solo se hace puertas adentro con las familias de nuestros espacios; Dios nos invita a salir al encuentro a ver que también hay familias que puede que no sean de nuestro grupo pero sí de un espacio hermano, con lo cual nos invita a poder dar una mano y trabajar a la par.
Al final como dice la ley de honor, el explorador es amigo y hermano de todos porque en ellos ve a Cristo. Siento que hoy esto se refleja en todos los espacios por igual, en todo el Movimiento Juvenil Salesiano (MJS) de la obra.
Moira Colli
Casa Salesiana Santa Isabel, Presencia Salesiana San Isidro, Buenos Aires
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