Ya a siete meses de lo que fue nuestra ansiada llegada a tierras sureñas, junto al gran regalo de ser los primeros voluntarios de la propuesta inspectorial de Voluntariado en venir a Zapala. Hoy podemos decir que desde que bajamos de la camioneta en la que hoy es nuestra casa, fuimos recibidos con más que brazos abiertos y con mucho cariño. Gracias a Dios previo a la cuarentena, tuvimos la oportunidad de ir compartiendo presencialmente algunos espacios que forman parte de la Presencia, lo que nos ayudó mucho a seguir acompañando después por medio de la virtualidad.
Cada espacio, cada compartir, cada visita a las familias tanto de comunidades mapuches como criollas, el acompañar los espacios juveniles y parroquiales, todo un desafío aprender y compartir las diferencias y similitudes que traíamos de Buenos Aires que nos fue transformando, tanto el corazón, la manera de mirar el mundo y sobre todo, el poder reconocer a un Dios cercano, presente en lo sencillo, en el silencio y en el compartir la vida cotidiana en la comunidad.
Agradecidos de lo que se va dando, de toda la gente de la comunidad de Zapala, que a pesar de la distancia siempre se hace presente y nos hace sentir muy queridos.
Melanie Rodríguez y Felipe Vázquez – Voluntarios de la Presencia Salesiana Zapala, Neuquén
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