Referentes de los campos de la Casa Salesiana de Cipolletti se encontraron el jueves 5 de mayo para ser animados por el consejo de Obra. La propuesta fue trabajar con el plan global de formación denominado Patios, que este año se puso al servicio del Capítulo Inspectorial.
Primero, fueron iluminados con el evangelio de los discípulos de Emaús. La propuesta fue representar de manera creativa (tomando como base la imagen de un camino) el recorrido comunitario de la Casa. Como hicieron los discípulos de Emaús, se reflejó en el camino los encantos y desencantos. Los participantes se dividieron en tres grupos mezclados, en donde cada uno trabajó:
- Grupo 1: Debatió sobre la DIMENSIÓN MISIONERA de la Casa
- Grupo 2: Debatió sobre la ECONOMIA DE COMUNIÓN de la Casa
- Grupo 3: Debatió sobre la FORMACIÓN de la Casa
Debate de los grupos
En base a la dimensión misionera declararon: “Nos entusiasma: Trabajar en conjunto, ser testimonios que se sostienen. Adaptarnos a los cambios. No temer al dolor. Aceptar las diferencias. Ser voluntarios. El encuentro y la oración. Debemos Abandonar: los prejuicios, nuestras zonas de confort. Los egos personales. Debemos incorporar: la comunicación efectiva, la escucha activa, la apertura y unión entre los grupos y niveles escolares. La empatía. Nuestros dones. No perder espacios de formación.”
En base a la Economía de comunión, indicaron “Nos entusiasma: compartir recursos, el grupo de la pastoral social de nuestra casa. Tener un fondo común del MJS. Debemos abandonar: El no conocernos entre los grupos y campos. El quedarnos en las 4 paredes de nuestra obra. El que las familias de la escuela no se incorporen a la catequesis familiar. Debemos incorporar: Espacios de promoción más libres. Reconocer nuestros talentos y dones en miembros de la comunidad y compartirlos poniéndolos en práctica. Personas que hagan vivir el carisma salesiano en los niveles escolares.”
Finalmente, en base a la Formación, describieron: “Nos entusiasma: La participación juvenil en los distintos ámbitos de la casa. Que exista la posibilidad de encontrarnos con cada campo. Debemos Abandonar: El perpetuarnos en los mismos roles de animación en los grupos. La falta de omunicación entre la escuela, el MJS y la Parroquia. Debemos incorporar: Actualizar las formaciones con temas que nos interpelen a la realidad que se viva. Más formación en la Espiritualidad Juvenil Salesiana.”
El encuentro culminó poniendo en común todo lo que pasa y, reconociendo que todos son la comunidad de Jesús, se repartió un pan entre todos y todas.
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