(ANS) El 11 de noviembre de 1875, Don Bosco, desde la Basílica de María Auxiliadora, anunciaba la primera expedición misionera salesiana hacia Argentina. Aquel abrazo, cargado de fe y emoción, marcó el inicio de una aventura que llevaría la esperanza salesiana hasta los rincones más remotos del mundo. Para celebrar este gran aniversario, Missioni Don Bosco, la Procura Misionera de Turín, produjo un video homenaje dedicado a la primera partida misionera desde Génova hasta Buenos Aires, y a la actual obra salesiana en aquella primera tierra de misión.
La primera Expedición Misionera Salesiana no fue solo un viaje más allá del océano: fue la expresión concreta del sueño de Don Bosco, quien deseaba ofrecer a los jóvenes de todos los continentes la posibilidad de una vida plena, fundada en el amor, la educación y la fe. Los diez salesianos que partieron de Turín con destino a Argentina eran jóvenes, llenos de entusiasmo y llevaban consigo el método educativo de su fundador.
Como ha subrayado en muchas ocasiones más de un Rector Mayor, la Congregación Salesiana hoy sería muy distinta si su fundador, hace 150 años, no le hubiera dado una fuerte impronta misionera, enviando al otro lado del mundo a un número considerable de sus mejores miembros. Y, sin embargo, desde aquel día, la misión salesiana se ha extendido hasta alcanzar 137 países, convirtiéndose en una única gran familia de educadores y misioneros comprometidos en transformar las periferias del mundo en lugares de crecimiento y esperanza.
Para conocer, celebrar y renovar ese impulso misionero, se presenta esta nueva producción audiovisual: https://www.missionidonbosco.org/150esimo
El relato, enriquecido con imágenes históricas, lugares sagrados de la salesianidad, paisajes maravillosos de Tierra del Fuego y testimonios de salesianos, educadores, formadores y animadores, transmite toda la fuerza de aquella partida que dio origen a una misión mundial. Es un viaje en el tiempo y en el espíritu, al descubrimiento de los orígenes de un sueño que, desde Turín, ha sabido atravesar culturas y generaciones.
Un relato que busca acompañar al espectador al corazón del carisma salesiano. Un puente entre pasado y futuro: una manera de decir que el sueño de Don Bosco nunca se ha detenido, sino que sigue viajando, hablando y generando vida.

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