El MJS de la Patagonia Austral celebró los 150 años de la llegada de los Salesianos a la Argentina

Los días 2 y 3 de mayo, jóvenes del Movimiento Juvenil Salesiano (MJS) de la Patagonia Austral se reunieron para celebrar los 150 años de la llegada de los primeros misioneros salesianos a la Argentina. El encuentro tuvo una impronta festiva y de agradecimiento, donde el principal motivo fue hacer memoria agradecida y celebrar esta larga historia de presencia de Don Bosco en nuestras tierras.

La propuesta, que reunió a representantes de diversos grupos juveniles de las Casas Salesianas de Tierra del Fuego, fue una oportunidad privilegiada para volver a encontrarse como comunidad ampliada, reconocerse como hermanos y hermanas bajo un mismo carisma, compartir la oración, el juego, el canto, el arte y celebrar juntos la Eucaristía. En un clima de alegría los y las jóvenes fueron renovando el compromiso de ser testigos del Reino en nuestras comunidades.

El caminar por las huellas de los primeros misioneros y misioneras nos interpela hoy: ¿cómo seguir encarnando ese mismo espíritu en nuestro tiempo? La memoria no es sólo un ejercicio del pasado, sino una dinámica que impulsa al futuro. Cada joven, cada grupo, cada comunidad que participa del MJS de la Patagonia Austral se sintió heredera de un sueño que aún está en marcha: el de Don Bosco, que soñó con una juventud protagonista, viva y comprometida.

Durante el encuentro, también se hicieron presentes con su saludo y cercanía el Padre Inspector Darío Perera y la Hermana Inspectora Silvia Boullosa, quienes animaron a los y las jóvenes a continuar caminando con alegría, creatividad y fidelidad, sabiendo que forman parte de una gran familia que sigue apostando por los sueños de Dios para la juventud.

La Patagonia Austral, con su geografía desafiante y sus comunidades llenas de vida, es tierra fértil para este sueño. El MJS en esta región está conformado por una rica diversidad de grupos juveniles, oratorios, exploradores, Infancia y Adolescencia Misionera, Grupos Scout  y comunidades animadas por el espíritu salesiano. Desde Río Grande y Ushuaia, los y las jóvenes se saben alcanzados por el mismo fuego que animó a Don Bosco y a quienes trajeron su carisma hasta el confín del mundo.

Este encuentro no fue sólo una celebración: fue también un envío. Con la memoria viva y la esperanza encendida, los y las jóvenes del MJS Austral renovaron su compromiso de seguir caminando juntos como testigos de la alegría del Evangelio.

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