El Instituto Superior Juan XXIII cumplió sus primeras seis décadas de vida

El 29 de marzo se cumplieron 60 años de la fundación de una de las casas de altos estudios más prestigiosas y valoradas de la ciudad: el Instituto Superior Juan XXIII.

Si bien no será un día de festejos como consecuencia de la crisis sanitaria desatada en el mundo y en el país con el avance del coronavirus, sí constituye un momento oportuno para evocar los comienzos y el desarrollo de un proyecto educativo regional en constante crecimiento.

En tal sentido, el director de la Casa Salesiana de Educación Superior y representante legal del Instituto Superior Juan XXIII,  Adrián Mandará, consideró que este es un logro de toda la ciudad y la región.

También expresó que a raíz de la pandemia COVID19 no es el momento para vivir los festejos de otro modo, pero sí es muy importante su recordación.

Mandará se mostró esperanzado en que los festejos puedan realizarse en poco tiempo más con toda la comunidad educativa y la ciudad y compartió una semblanza de la institución salesiana a manera de recordatorio y festejo, destacando especialmente la figura del padre José Del Col.

   “Es momento de celebrar la abrumadora evidencia de que el Instituto Superior Juan XXIII no es ni quiere ser en sí mismo un puerto sino tan sólo alumbrar el recorrido para que quienes pasan por nuestras aulas puedan construir su propio trayecto e incluso usarlo como plataforma para nuevos desafíos. Eso sí: sin dejar nunca de lado aquello de Verdad, Vocación y Vida”, dijo Mandará.

Agregó que este aniversario llega en momentos en los que se trabaja para  consolidar la denominada “Casa Salesiana de Educación Superior”, conformada tanto por el Instituto como por la Universidad Salesiana, constituyendo un reconocimiento de que estos tiempos requieren de nuevas respuestas formativas, formaciones y capacidades, pero al mismo tiempo, de mantener y refundar aquellas que le permitieron llega hasta el presente.

“Aunque pueda  escribirse por separado, en realidad debería verse como un Instituto que también germinó en una Universidad y nada menos que una Universidad que proviene y se proyecta de un Instituto”, puntualizó.

También se refirió a la situación actual que se vive por la pandemia del coronavirus.

“Ahora que, por motivos inquietantes, se han puesto en boca de todos las proyecciones geométricas, las curvas y las estadísticas,  tal vez sirva plantearse un ejercicio similar con una finalidad más alentadora y preguntarse cuántos docentes, cuántos técnicos de cuantas disciplinas, formados en nuestras aulas, habrán sido decisivos para la formación y la vocaciones de cuántos estudiantes, muchos de los cuales, a su vez, tuvieron en esa educación el basamento para impulsarse ellos mismos a estudios superiores y superadores de infinidad de disciplinas”.

Los comienzos

En  1959 nació la idea de fundar un Instituto que posibilitara la obtención de títulos oficiales de enseñanza por parte de Salesianos e Hijas de María Auxiliadora, ya que el entonces presidente de la Nación, Arturo Frondizi, había decretado la extinción a corto plazo de títulos docentes expedidos por congregaciones religiosas. Sin embargo, rápidamente se resolvió que pudieran inscribirse religiosos en general y también laicos, tanto varones como mujeres.

El padre Osvaldo Francella, que se desempeñaba como párroco en San Carlos de Bariloche (Río Negro), fue encargado de la tramitación oficial y de todo lo concerniente al futuro Instituto, que fue inaugurado en 1960.

En 1961 se  incorporó a la enseñanza oficial y en el Sur Argentino fue el primer Instituto de profesorado para el nivel medio y superior.

Inicialmente funcionó en dependencias del Colegio María Auxiliadora y en 1969 se habilitó su sede propia en Vieytes y Gorriti.  Empezó con 3 carreras y 145 alumnos. Se fueron creando después distintos Profesorados.

Fuente: www.lanueva.com

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