Dos nuevos pastores salesianos para la Iglesia

(ANS) En la tarde romana del sábado 20 de abril, en la Basílica Papal de Santa María la Mayor, se llevó adelante la ordenación episcopal de dos Salesianos de Don Bosco: el Card. Ángel Fernández Artime, Rector Mayor y Arzobispo Titular electo de Ursona; y Mons. Giordano Piccinotti, Arzobispo Titular electo de Gradisca y Presidente de la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica (APSA).

El Card. Emil Paul Tscherrig, Nuncio Apostólico Emérito en Italia y en la República de San Marino, confirió las Ordenaciones Episcopales, junto con dos coconsagradores: el Card. Cristóbal López Romero SDB, Arzobispo de Rabat, Marruecos, y Mons. Lucas Van Looy SDB, Obispo Emérito de Gante, Bélgica.

A la celebración eucarística asistieron numerosos prelados de la Iglesia e importantes personalidades, a los que se unieron las familias de los salesianos recién consagrados, amigos, bienhechores y miembros de la familia salesiana, así como invitados especiales de los gobiernos y de las fuerzas armadas.

En su sencilla e incisiva homilía, el Card. Tscherrig, compartió algunas reflexiones con los futuros obispos, afirmando: “Estamos aquí reunidos para celebrar uno de los mayores milagros de la Iglesia: la sucesión apostólica. Desde los tiempos de los Apóstoles, esta sucesión se transmite por la imposición de las manos y la invocación del Espíritu Santo. La gracia del ministerio episcopal ha pasado siempre de un obispo a otro y esta sucesión ininterrumpida continúa hoy”.

Citando al Papa Francisco, el consagrante dijo: “Convertirse en obispo implica una opción misionera capaz de transformarlo todo”. Y subrayó que, quienes aceptan el papel de pastores en el rebaño de Cristo, deben aprender a ver a las personas con sus ojos, a pensar como Él y a amar como Él. Citando de nuevo al Papa Francisco, afirmó: “La vida crece cuando se da, mientras que se debilita en el aislamiento y la comodidad. De hecho, los que más disfrutan de la vida son los que abandonan la seguridad de la orilla y se entusiasman con la misión de comunicar la vida a los demás”.

El Card. Tscherrig concluyó diciendo que la herencia del obispo no es el honor ni el poder, sino sólo Dios. Un buen pastor ofrece su vida por el rebaño, siguiendo el ejemplo de Jesucristo, y los obispos recién consagrados están llamados a imitarlo totalmente.

La comunión de los salesianos con la Iglesia y con el Santo Padre

Inmediatamente después de la homilía, comenzó la ceremonia de consagración, en la que se dirigieron a los candidatos. En seguida, tuvo lugar la invocación al Espíritu Santo y la solemne intercesión de las Letanías de Todos los Santos, acompañadas por los cantos orantes del coro. Mientras los consagrantes realizaban la tradición apostólica de la imposición de manos, se hizo un silencio sagrado entre los muros magníficamente adornados de la Basílica de Santa María la Mayor. Tras ser ungidos y recibir sus respectivas mitras, anillos y báculos, los dos obispos recién consagrados fueron entronizados simbólicamente y recibidos por un estruendoso aplauso. Los fieles, los religiosos, el clero y el coro estallaron en gran júbilo, cantando solemnemente el Te Deum. Los dos nuevos arzobispos procedieron a impartir sus bendiciones apostólicas a todos los presentes.

Después de la Comunión, el Card. Ángel Fernández Artime, en representación de los dos Obispos recién consagrados, agradeció de corazón con el entusiasmo del espíritu salesiano. Afirmó la fuerte comunión de los Salesianos con la Iglesia y con el Santo Padre, que proviene precisamente de Don Bosco, y con gran humildad y convicción declaró que seguirán sirviendo a la Iglesia, especialmente a los pobres. Luego de la bendición final, que dio por finalizada la celebración, el coro y todos los presentes entonaron el tradicional himno a Don Bosco: “Giù dai Colli!”.

Además de los Consejeros Generales de la Congregación, de varios Padres Inspectores y Superiores de la Familia Salesiana de todo el mundo, estuvieron presentes varios Cardenales, entre ellos: el Card. Tarcisio Bertone SDB, ex Secretario de Estado del Vaticano; el Card. Claudio Gugerotti, Prefecto del Dicasterio para las Iglesias Orientales; el Card. Lazarus You Heung-sik, Prefecto del Dicasterio para el Clero; el Card. Arthur Roche, Prefecto del Dicasterio para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos; el Card. Domenico Calcagno, Presidente Emérito de la APSA; el Card. Giuseppe Bertello, Presidente Emérito de la Pontificia Comisión para el Estado y el gobierno de la Ciudad del Vaticano; el Card. Konrad Krajewski, Limosnero de Su Santidad; el  Card. Daniel Sturla SDB, Arzobispo de Montevideo; el Card. Óscar Rodríguez Maradiaga SDB, Arzobispo Emérito de Tegucigalpa, y el Card. Riccardo Ezzati SDB, Arzobispo Emérito de Santiago de Chile.

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