Y ahora… ¿qué más? Voluntariado Misionero Salesiano

“La Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros”(Jn. 1,14).

No hizo rancho aparte; se hizo amigo nuestro. (Papa Francisco)

 

El equipo de voluntariado de la inspectoría Argentina Sur es testigo del proceso que realizan los jóvenes que deciden y son capaces de decir “pongo a disposición un año de mi vida”.

Esta propuesta es una fuerte experiencia humana y espiritual. Los voluntarios son seres de carne y hueso, sencillamente normales pero llenos de energías, de fuerzas, de sueños qué se preguntan, disciernen “y ahora ¿qué más?” Llegan a las comunidades que los reciben a dar una mano, a ayudar, haciendo sentir a la comunidad salesiana y a la comunidad educativo pastoral que no se está solo en la misión. Las comunidades de origen que se convierten en comunidades de envío, ya que para ser misionero necesitamos ser enviados.

En los primeros meses de 2019 ocho jóvenes terminaron la experiencia de un año: Ezequiel y Mili en Junín de los Andes, Florencia y Pepa en Bariloche, Leandro y Celeste Villa Itatí, Vicky en Trelew y Paula Rodríguez en Victorica la Pampa. Para ellos un inmenso gracias y una bendición que se extiende a sus familias y a las comunidades de origen que los enviaron y donde acaban de regresar.

Un nuevo grupo de voluntarios iniciaron sus experiencias al comenzar el año con un encuentro en Junín de los Andes para luego sumarse al retiro inspectorial de jóvenes que se realiza anualmente en la ciudad neuquina de Junín de los Andes. Allí se realizó la misa de envío presidida por el padre inspector Honorio Caucamán

Los diez nuevos voluntarios misioneros salesianos han sido a las siguientes comunidades:

  • Dalila Lopardo de Neuquén y Braian Fernández de Pringles a la comunidad de Trelew, para misionar la zona de la meseta chubutense.
  • Sofía Bobb de Bahía Blanca y Juan Balmaceda de Corrientes a Hogares Don Bosco – Buen Pastor en la provincia de Buenos Aires.
  • Rocío Spontón de Río Grande y Juan Martín Sparvieri de Mar del Plata a la presencia salesiana de Victorica y zona pampeana;
  • Milagros González de Bahía Blanca y Ana Núñez de La Plata a Bariloche, provincia de Río Negro;
  • Lorena Sosa de La Plata y Gabriel Parry de Caleta Olivia a Junín de los Andes, provincia de Neuquén.

El caminar de nuestro quehacer pastoral llega a la animación misionera y en las diversas formas de voluntariado, viendo en ello una continuidad que debe mantenerse y desarrollarse. La apertura a la vocación misionera y el compromiso social de la caridad en el voluntariado, son expresiones maduras de la educación a la fe y de la evangelización de los jóvenes. Por otro lado, se presenta como expresión clara y esencial de esa identidad capaz de motivar las comunidades hacia un dinamismo apostólico. El corazón misionero de Don Bosco intuyó la enorme tensión espiritual y la extraordinaria fuerza apostólica que el ideal del misionero despertaba en sus muchachos. Lo captó y lo encauzó con ardor e inteligencia. «En el Oratorio de Don Bosco los colaboradores jóvenes y adultos han tenido la experiencia de vivir y trabajar juntos con él por la educación y por la salvación de los jóvenes. Tal “vida carismática” y comunitaria, núcleo de la Espiritualidad Salesiana, ilumina el proyecto del voluntariado salesiano»

En estos tiempos Papa Francisco nos pide  “Una Iglesia en salida” (Evangelli Gaudium n° 20) En el n° 24 de la E G el Papa mismo nos explica cinco acciones fundamentales de una Iglesia en salida: primerear, involucrarse, acompañar, fructificar y festejar. La pastoral en clave de misión pretende abandonar el cómodo criterio pastoral del «siempre se ha hecho así». Invito a todos a ser audaces y creativos en esta tarea de repensar los objetivos, las estructuras, el estilo y los métodos evangelizadores de las propias comunidades. (EG 33.)

Salgamos, salgamos a ofrecer a todos la vida de Jesucristo…. Si algo debe inquietarnos santamente y preocupar nuestra conciencia, es que tantos hermanos nuestros vivan sin la fuerza, la luz y el consuelo de la amistad con Jesucristo, sin una comunidad de fe que los contenga, sin un horizonte de sentido y de vida. (EG 49.)

Estas sugerencias y clamores del Papa Francisco ilumina lo que hemos soñado, orado, discernido, realizado y evaluado en comunión sobre el Voluntariado Misionero Salesiano.

 

“No hay amor más grande que dar la vida por los amigos.

Ustedes son mis amigos si hacen lo que les mando.

Ya no los llamo servidores, porque el servidor ignora lo que hace su señor;

yo los llamo amigos, porque les he dado a conocer todo lo que oí de mi Padre”

(Jn. 15,13-15)

Equipo de Voluntariado Misionero Salesiano

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