Durante el verano 2025, la Inspectoría vivió una nueva experiencia de voluntariado que dejó huella tanto en quienes participaron como en las comunidades que los recibieron.
Un total de 27 jóvenes provenientes de las Casas Salesianas Buen Pastor, de Isidro Casanova; de Santa Rosa: de Neuquén; de Villa Itatí; San Antonio, de Almagro; de Caleta, Zapala, de General Roca, de Cipolletti, de Mar del Plata y de San Justo fueron parte de las experiencias de verano en distintas obras: Zapala, Bahía Blanca, Villa Regina, las experiencias de misión en la meseta de Chubut, Junín de los Andes y las colonias de San Juan Evangelista y Buen Pastor durante enero y parte de febrero.
Esta experiencia de voluntariado es un testimonio vivo de entrega y de transformación, donde cada uno de ellos y cada una de ellas van descubriendo el valor del trabajo y de la vida comunitaria, y el regalo de lo diverso de las formas de hacer pastoral a lo largo de toda la Inspectoría.
Este proyecto sigue creciendo y contagiando su espíritu. En cada lugar donde llegan los voluntarios y las voluntarias se genera un movimiento de entrega y servicio que fortalece a las comunidades locales y a las Casas que año a año envían jóvenes con el deseo de servir. Fruto de estas experiencias, muchos han decidido dar un paso más y comprometerse con el voluntariado anual, llevando su “sí” más allá de la experiencia de verano.
Nada de esto sería posible sin el acompañamiento de las comunidades salesianas, tanto de gestión laical como religiosas, que con su entrega sostienen estos espacios y alientan a los jóvenes a salir al encuentro de los demás. Un profundo agradecimiento a las Casas que hacen posible estas experiencias, a los salesianos y salesianas que animan y acompañan y, sobre todo, a los jóvenes que con generosidad siguen apostando por un voluntariado que da vida a la Inspectoría y a toda la Iglesia.
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