Vivir cristiana y salesianamente

Por el P. Sergio Ortelli SDB
y colaboradores

Este 1 de enero nos impactaron las noticias de los medios masivos de comunicación en las que anunciaban la pérdida de nuestro querido exalumno Franco Adrián Toro, egresado de la Casa Salesiana La Piedad, de Bahía Blanca.

Nuestro paso como docentes por esa Casa ha sido marcado por vivir el espíritu de familia, y aunque algunos por diversas razones vamos trazando otros espacios de nuestra vida, no faltan motivos para que nos comuniquemos y volvamos a encontrarnos para celebrar momentos de alegría, de tristeza o de acompañarnos en el camino como lo aprendimos en las sagradas escrituras en Lucas (24, 13-35). El camino de Emaús, es ahí cuando sentimos que el buen Jesús nos acompaña en el camino, cuando nuestros ojos se nublan de tristeza.

En ese ir de camino, su profesora de Geografía, Alicia Donnari, nos revela: “los exalumnos nos devuelven claves salesianas como agradecimientos, reconocimientos, recuerdos inolvidables que permitieron realizarse en ese encuentro del enseñar y aprender, un aprender que es para la vida, siempre llevaré en mi corazón a Franco por sus gestos de respeto, buen compañero y responsable en todas sus tareas”.

Si de testificar se trata, Claudio, bibliotecario de la La Piedad en ese período, lo recuerda a Franco en su paso por la Escuela Técnica: “Franco Toro… ¡Qué decir! Solía pasar por este espacio a saludar, a buscar libros para ayudar a otros a culminar las tareas. Solía llegar antes e irse último para quedarse y entregar los materiales utilizados y dejar ordenado el lugar. Esos gestos de estar atento a los demás, tender una mano al otro eran clave en él. No me extraña lo simbólico de la partida de su pascua, no podía ser de otra manera que dar la vida por los demás”.

Y si de despedida se trata, Elba Wagner, profesora de Lengua y Literatura, nos dice: “Me gustó esta frase para comenzar una breve semblanza de lo que fue nuestro querido Franco Toro, quien fuera mi alumno en los últimos años de aquel Polimodal en La Piedad. Muchos,  quienes conocimos a Franco, vimos ya su entrega y empatía, detrás de esa timidez en sus ojitos negros … ¡Qué decir de su acompañamiento en el aula con una mano tendida para ayudar! ¡Y qué paradoja del destino! Franco, te fuiste extendiendo tu mano para salvar una vida a cambio de la tuya”.

Parafraseando el Aguinaldo 2025 para la Familia Salesiana, la Prof. Wagner afirma: “Franco, con esta enseñanza inmensa, vos dejas a los jóvenes y a todos, quienes a veces flaqueamos, el mensaje de ¡permanecer anclados en la Esperanza de un mundo mejor! Estás y estarás en nuestros corazones “anclado como peregrino de la fe”. ¡Brilla alto y fuerte, Franco querido!”.

Franco de esos exalumnos salesianos que la humildad de su generosidad y entrega no pasa inadvertida por quienes nos permitimos soñar al estilo de Don Bosco. “A su tiempo todo lo comprenderás”. Franco, lo vamos comprendiendo.

Como educadores salesianos queremos agradecer a la mamá de Franco y a su familia por habérnoslo confiado para transitar la experiencia del camino de la educación salesiana. A ellos los acompañamos en oración en este momento de duelo y pedimos a Dios su consuelo.

¡Gracias, Franco! Que estés en los brazos de Dios Padre, vos que fuiste un verdadero peregrino de la fe.

1 Comment

  1. Luis Aiello

    Una profunda tristeza nos deja la partida temprana de Franquito, lo recordaremos por su compañerismo y hermosa persona.

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