Sobre “Dilexi te”: Los pobres no son un problema social, sino el centro de la Iglesia

(ANS) El jueves 9 de octubre se publicó la primera Exhortación Apostólica del papa León XIV, titulada Dilexi te —traducida como “Te he amado”, tomado del Libro del Apocalipsis (Ap 3,9)—,  un trabajo iniciado por el papa Francisco sobre el tema del servicio a los pobres, en cuyo rostro se encuentran “el sufrimiento de los inocentes”.

Firmada el pasado 4 de octubre, fiesta de san Francisco de Asís, la Exhortación Apostólica subraya la fuerte “vinculación” entre el amor de Dios y el amor por los pobres. Y retoma el tema de la “opción preferencial” por los pobres, una expresión que no nació para indicar “exclusivismo o discriminación hacia otros grupos”, sino más bien “la acción de Dios”, que se conmueve ante la debilidad de la humanidad.

Se recupera el deseo de “una Iglesia pobre y para los pobres” y se recuerda que aún persiste —“a veces bien disimulada”— una cultura del descarte que “tolera con indiferencia que millones de personas mueran de hambre o sobrevivan en condiciones indignas del ser humano”. Lo que el Papa invoca es una “transformación de mentalidad”.

Este documento es un texto de 121 puntos que brota del Evangelio del Hijo de Dios, que se hizo pobre desde su entrada en el mundo y que relanza el Magisterio de la Iglesia sobre los pobres en los últimos ciento cincuenta años. “Una auténtica fuente de enseñanzas”.

“Cuando dicen que el mundo moderno redujo la pobreza, lo hacen midiéndola con criterios de otras épocas no comparables con la realidad actual”, afirma León XIV (13). Desde este punto de vista, sostiene que “es encomiable el hecho de que las Naciones Unidas hayan puesto la erradicación de la pobreza como uno de los objetivos del Milenio”.

Sin embargo, el camino es largo, especialmente en una época en la que sigue vigente la “dictadura de una economía que mata”, en la que las ganancias de unos pocos “crecen exponencialmente”, mientras que las de la mayoría están “cada vez más lejos del bienestar de esa minoría feliz” y en la que se difunden “ideologías que defienden la autonomía absoluta de los mercados y la especulación financiera” (92).

Lo que el Sucesor de Pedro preconiza es, por lo tanto, “un cambio de la mentalidad”, liberándose ante todo de la “ilusión de una felicidad que deriva de una vida acomodada”. Esto mueve a muchas personas a una visión de la existencia centrada en la riqueza y el éxito social “a toda costa”, incluso en detrimento de los demás y a través de “sistemas políticos y sociales injustos” (11).

Hablando también de los migrantes, afirma: “La Iglesia, como una madre, camina con quienes caminan. Donde el mundo ve una amenaza, ella ve hijos; donde se levantan muros, ella construye puentes. Sabe que el anuncio del Evangelio sólo es creíble cuando se traduce en gestos de cercanía y de acogida; y que en cada migrante rechazado, es Cristo mismo quien llama a las puertas de la comunidad” (75).

Sobre las mujeres víctimas de violencia y exclusión sostiene que, signada por miles de personas que mueren cada día “por causas vinculadas a la malnutrición” (12). “Doblemente pobres”, añade, son “las mujeres que sufren situaciones de exclusión, maltrato y violencia, porque frecuentemente se encuentran con menores posibilidades de defender sus derechos” (12).

Haciendo hincapié en la educación como “una de las expresiones más altas de la caridad cristiana”, el Pontífice resalta la obra de varios santos como José de Calasanz, Juan Bautista de La Salle, Marcelino Champagnat, Juan Bosco. “Los pequeños tienen derecho a la sabiduría, como exigencia básica para el reconocimiento de la dignidad humana” (72).

“Las estructuras de injusticia deben ser reconocidas y destruidas con la fuerza del bien, a través de un cambio de mentalidad, pero también con la ayuda de las ciencias y de la técnica, mediante el desarrollo de políticas eficaces en la transformación de la sociedad”, pide el Papa (97), siempre resaltando de que los pobres no son un problema social, sino el centro de la Iglesia. (111).

0 Comments

Submit a Comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Share This