Se realizó el Curatorio en el Teologado Nuestra Señora de la Esperanza

Un encuentro de hermanos es siempre grato y mucho más si sirve para compartir la vida vivida, evaluar juntos el camino y recibir sugerencias de quienes tiene la misión de animar y gobernar las Inspectorías, favorecido por la llegada anticipada de algunos de los Padres Inspectores.

Así se vivió este año el Curatorio del Teologado Nuestra Señora de la Esperanza (de Argentina, Paraguay y Uruguay), de Villa Luzuriaga, con la novedad de la integración del P. Néstor Ledesma (PAR) y del P. Francisco Lezama (URU), quienes han comenzado su servicio como Inspectores en estos últimos meses.

La jornada tuvo un primer bloque en el cual, luego de orar en comunidad, se trabajó por grupos compartiendo resonancias de la planificación comunitaria y de la evaluación de mitad de año, así como del Acta de la Visita Extraordinaria (mayo 2024). Este momento se cerró con un espacio de plenario, donde se volvió sobre algunos de los puntos analizados, se brindaron aclaraciones, se plantearon posibles pasos de crecimiento y se puntualizaron aspectos a continuar dialogando en la comunidad.

Posteriormente, los Inspectores tuvieron una reunión virtual con los responsables del Instituto Salesiano de Estudios Teológicos (ISET), que está viviendo su proceso de cierre gradual.

La mañana se concluyó con la Eucaristía y el almuerzo fraterno.

La tarde fue casi toda para que el Curatorio pudiese elaborar y realizar la devolución a la comunidad y para discernir el futuro del centro de estudios para esta región, conectándose virtualmente con el Consejero Regional, P. Gabriel Romero, quien se encontraba visitando la Inspectoría brasilera de de Manaos.

Este proceso queda abierto y recorrerá algunas instancias más de consulta y discernimiento antes de que los Consejos Inspectoriales se expidan y presenten una propuesta al Rector Mayor y al Consejo General. Obviamente, hay muchas expectativas al respecto, ya que de ello dependerá también la animación pastoral del Teologado de Villa Luzuriaga.

En cuanto a la experiencia del Teologado, los alienta la mirada positiva que les devolvieron los hermanos del Curatorio, y estimula la invitación a continuar recreando la síntesis y el dinámico equilibrio entre vida religiosa, estudios de teología y misión pastoral, con algunas sugerencias concretas y una sana dosis de realismo para aceptar e integrar las luces y sombras personales y comunitarias.

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