Se presentó “Vida con sabor a Evangelio”, un libro a partir de los manuscritos de Don Jaime de Nevares

(UCA) El lunes 6 de octubre tuvo lugar la presentación del libro “Vida con sabor a Evangelio, Don Jaime Francisco de Nevares, reflexiones a partir de sus manuscritos”, del teólogo neuquino Hernán Ingelmo. En él, el autor repasa la vida del primer Obispo de la diócesis de Neuquén. 

El acto contó con la presencia del autor y del arzobispo de Buenos Aires y gran canciller de la UCA, Mons. Jorge García Cuerva.

Abrió la presentación Ignacio Tomé, director de Relaciones Institucionales, quien expresó que “tanto en la Argentina como en el mundo necesitamos profetas que vayan contracorriente”. Así fue Jaime, continuó, obispo destacado por su “compromiso con los derechos humanos, defensor de la fe y profeta de la verdad de todos”.

Al principio de su libro, Ingelmo escribe que “los teólogos son los primeros en reconocer que se sabe más de Dios por una biografía que por un tratado de teología”. Ese es el eje del libro, centrado no solo en la figura mediática de Nevares, sino en el Don Jaime que, de acuerdo con el autor, tuvo la fortaleza de “plantarse y decir, esto es lo que soy”.

Ingelmo confió que la vida de Jaime lo atraviesa significativamente. Es por eso que retrasó la publicación de este libro por 21 años, porque, según él, necesitaba otra madurez para compartirlo con el público. Destacó que, para él, el “desde dónde” es fundamental. Muchos se han dedicado a rescatar a la figura social de Jaime, pero Ingelmo lo hace desde otro ángulo: el llamado de Jesucristo. “El llamado más importante es el de la santidad”, explicó, y agregó que “Nevares nunca perdió la brújula”.

El autor también se explayó acerca de su motivación para escribir el libro: “Es pensar qué semillas ha dejado Jaime”. “Una persona que pudo traslucir la experiencia de Dios, y que lo tenemos acá, es más fácil poder leerlo en esa cercanía”, agregó.

Justamente, lo contemporáneo de la figura de Nevares otorga la oportunidad de poder espiar su vida y conflictividades, y, a partir de eso, orientar en el deber de la santidad, en la búsqueda de Dios. A través del libro se “descubren llaves en la vida de Jaime que nos permiten abrir la realidad, son las que animan a compartir su vida”, dijo el autor.

“Anduvo sin impermeable, se dejó mojar por las gotas de las lágrimas de la gente, se dejó cambiar por esa realidad”, señaló Ingelmo. “Era una persona simple, austera, que compartía la posibilidad de que el Evangelio entrara por los poros”.

Luego Mons. García Cuerva comentó que “Don Jaime se hizo tan patagónico que fue como el viento”, porque, como él, su figura fue molesta, y justamente de eso se trata ser profeta, explicó ante los presentes, entre quienes se encontraron el rector de la UCA, Dr. Miguel Á. Schiavone, y los vicerrectores, Dra. Graciela Cremaschi, Dr. Gabriel Limodio y el Pbro. Gustavo Boquin.

“También fue imparable, porque ni su figura ni su testimonio pudo ser detenida; y necesario, porque el viento es necesario, y hoy Don Jaime sigue siendo imparable, necesario y muy molesto, como el viento patagónico, y eso es muy bueno”, indicó el arzobispo.

Hacia el final del encuentro, Mons. García Cuerva agradeció a Ingelmo por publicar el libro, a través del que Don Jaime se convirtió en el “pastor de todos”. 

“Un hombre que en todas las ocasiones anunció el Evangelio sin demoras, un hombre enamorado de su tiempo independientemente de las consecuencias de sus opiniones”, finalizó.

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