Lunes 26 de febrero del 2024
Queridas educadoras y educadores:
Desde el Equipo inspectorial de Escuelas, deseamos acompañarlos en este inicio de un nuevo ciclo lectivo. Las palabras de este mensaje simplemente quieren expresar:
- el deseo de estar cerquita de cada una y cada uno al comenzar este año con tantos proyectos y, a la vez, innumerables desafíos;
- el agradecimiento por toda la vida y el compromiso que ponen día a día en nuestros diversos espacios educativos;
- la convicción de lo imprescindible que es cuidar la educación como un derecho inalienable;
- la necesidad de renovar, ahora más que nunca, un pacto educativo global que promueva la dignidad, el encuentro, la solidaridad, la inclusión y la ecología sustentable;
- el compromiso de seguir desplegando en comunidad “el sueño que hace soñar”, que se nutre del sueño del Reino que Jesús vino a inaugurar.
No podemos negar que nos atraviesa en este tiempo una sensación de angustia y de noche. Nos topamos día a día con la crisis y la precariedad, en rostros, historias, reclamos… que nos ponen frente a frente con el dolor y la desesperanza. Frente a esto, en la última reunión de nuestro equipo compartimos una oración que nos ayudó a ponerle palabras a lo que “sentipensamos” en este momento. Se la ofrecemos también a ustedes:
Entonces, ¿qué hacemos?
¿Qué hacemos con los pies de barro,
con los sueños rotos,
con las noches de vigilia
y las puertas cerradas?
¿Qué hacemos con la fe asediada,
el amor negado,
los golpes injustos
y el desaliento?
¿Qué hacemos con la pobreza,
con el fracaso, con el hambre,
con la guerra,
con la tristeza
que campa a sus anchas
por tantas vidas?
No rendir la esperanza
ni blindarnos contra la tormenta
No renunciar a los sueños.
Seguir buscando la llave
que abra la vida,
que libere la alegría,
que desencadene
la paz,
la abundancia,
la justicia.
Y seguir confiando,
que con nuestro barro
vos hacés milagros.
(José M. Rodríguez Olaizola)
“No renunciar a los sueños…” Precisamente, es el sueño de Don Bosco que nos invita a “estar en medio”; a buscar caminos para hacer posible lo que parece imposible; a confiar y, a la vez, luchar por lo que realmente vale; a no olvidar que, hasta en el campo más adverso y oscuro, contamos con el Dios de la Vida como aliado, y la Madre como Maestra.
¡Un abrazo fuerte!
Gabriela, Fabián, María Laura, Héctor, Laura, Gustavo, Manolo, Pablo, Agustín y Luciana.
Equipo Inspectorial de Escuelas
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