Para el último saludo del “Cari Confratelli” de este sexenio, disponible a partir de hoy en las Redes y en la Web, el Rector Mayor, P. Ángel Fernández Artime, inicia dialogando sobre los jóvenes y sobre el “el clamor” “el grito” a través de los informes de los Capítulos Inspectoriales: “los jóvenes necesitan salesianos, educadores y testigos. Pero ellos deben ser educados para poder enfrentar los desafíos de la época actual”.
El Rector Mayor inicia su presentación en el salón del Consejo General, al final de la sesión plenaria de verano, y con la mirada puesta en el próximo gran acontecimiento que le espera a la Congregación, el 28º Capítulo General (CG28).
“Hay un elemento constante que me fascina: es escuchar lo que nos dicen nuestros jóvenes. Nos dicen simplemente: queridos hermanos salesianos, ¡Les necesitamos! Necesitamos de vuestra presencia”, dice el Rector Mayor.
Los y las jóvenes no piden la presencia de los salesianos, pero no como “administradores o directivos”, sino como hijos de Don Bosco que saben acompañar a los jóvenes en su vida, es decir: “los queremos a nuestro lado”. “Qué más podemos necesitar que una llamada con esta intensidad para que nos indiquen cual debe ser el camino de este siglo XXI”, se pregunta el Rector Mayor.
A continuación, el Sucesor de Don Bosco toca un segundo tema. Las razones que le llevaron a elegir el lema del Aguinaldo 2020: “Hágase tu voluntad, así en la tierra como en el cielo”, y el binomio “Buenos cristianos y honrados ciudadanos”. Una fórmula, observa Don Á.F. Artime, que incluye la “política del Padre Nuestro de Don Bosco”.
Son dos elementos inseparables: “Nacimos para ser educadores de la fe de los jóvenes, para acompañarlos en el encuentro con Jesús”. Pero, añade el Rector Mayor, la educación salesiana no puede separarse de la realidad social y global: “No podemos educar a nuestros jóvenes para que permanezcan tranquilos, encerrados en sus casas, sin molestar a nadie…. ¡No! Debemos prepararlos para la vida… servir a los demás, comprometerse en favor del prójimo, no ser indiferentes a los grandes desafíos mundiales de hoy, ser sensibles a la defensa de los Derechos Humanos, especialmente de los menores, y también estar abiertos a un posible compromiso en el mundo de la política con la propia sensibilidad y con propia y fe”.
Fuente: infoans.org
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