El sábado 7 de junio, en vísperas de la fiesta de Pentecostés, un grupo de 24 jóvenes de diferentes obras salesianas de La Pampa compartieron un encuentro de jóvenes.
Allí se generó una experiencia comunitaria en la cual cada uno y cada una compartió sus búsquedas, sus pausas, frente a qué se sienten perdidos, cansados y agradecidos.
En esta vida compartida también se descubrió la necesidad de que Dios siga soplando sobre cada una de las vidas, impulsándolas a seguir viviendo en el lado desnudamente, pacientemente, entrañablemente pequeñamente, sufridamente, complejamente, sagradamente humano de la vida.
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