Como cada año en el mes de Don Bosco, Racing Club rinde homenaje a su Patrono y Protector San Juan Bosco, Padre y Maestro de la Juventud.
Este año, en el predio Tita Mattiussi, mientras en un clima de oratorio festivo, a pocos metros, Racing Solidario llevaba a cabo una jornada recreativa y educativa para más de 500 chicos y chicas por el mes de la niñez, junto a la puerta de acceso al gimnasio, vestuarios y consultorios de las promesas infantiles y juveniles, el Departamento de Cultura e Historia junto con la presencia de autoridades, socios y jóvenes, entronizó una mayólica en homenaje a Don Bosco.
La mayólica de cerámica tiene una medida de 62 x 46 cm, diseñada por el laico salesiano Gustavo Martínez, hincha y socio de Racing Club, quien junto a los artistas que la realizaron estuvieron presentes en el acto.
Luego que el P. Juan Francisco Tomás SDB dijera unas palabras introductorias aludiendo a la historia del patronazgo de Don Bosco en Racing Club desde 1967, se descubrió la mayólica y se procedió a la bendición a cargo del Padre Obispo de Avellaneda-Lanús, Mons. Marcelo “Maxi” Margni.
En su mensaje, el prelado expresó: “como Obispo quiero decir que, en este momento, también para la fe, el fútbol nos está dando un ejemplo muy grande. Escuchar a Messi y a otros jugadores hablar de Dios, conmueve. Son pibes que por el esfuerzo, el trabajo, el entrenamiento y sus propios talentos saben comunicarnos cosas que a veces hasta la Iglesia ha perdido la capacidad de comunicar: su trabajo en equipo, su capacidad de poner el hombro, el triunfar para todos, no para sí mismos… Bendecir esta mayólica con la figura de Don Bosco que, además, tiene connotaciones muy importantes para todo el mundo del deporte en Argentina y para el mundo de la juventud, me honra, me alegra. Lo hago muy agradecido. Pido a Dios que bendiga esta mayólica que nos conecte siempre con lo trascendente y con los valores que nos conducen a construir el Evangelio”.
Pocos minutos antes, el Grupo Scout San Ignacio, que patrocina Racing Club, ubicado en el mismo predio Tita Mattiussi, procedió también a la plantación de un árbol como signo de paz y cuidado de la infancia.
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