“No tengan miedo de dar la vida por los demás”

Luego de hacer la experiencia de “VolVer al barro”, en el Retiro de Junín para jóvenes mayores, tres jóvenes iniciaron su experiencia anual de voluntarios. Luciano Riccardi, de la Casa Salesiana San Juan Evangelista, de La Boca, que hará su experiencia en la Casa Salesiana misionera de Trelew; Ayelén Águila, de la Casa Salesiana de Río Grande; y Yanela Aravena, de la Casa Salesiana de Esquel, ambas harán su experiencia en la Casa de Junín de los Andes.

El envío de estos tres jóvenes se realizó en la misa de clausura del Retiro de Junín, en el Santuario Nuestra Señora de las Nieves y Laura Vicuña, que presidió el Padre Inspector, Darío Perera. En su homilía, les dijo: “Luciano, Ayelén, Yanela, si Dios les pide cien, les devolverá mil. No tengan miedo de dar un paso, de despegarse, de dar la vida por los demás. Y si en algún momento en vez de un año Dios les pide toda la vida, les aseguro que será una experiencia muy bonita que los hará muy felices”.

Y explicó el gesto que iba a hacer: “Ahora me voy a acercar a cada uno de ustedes para imponer las manos. Los invito a todos, desde los bancos, que impongamos nuestras manos para enviarlos a esta misión”.

También, el Padre Inspector agradeció el servicio a las tres voluntarias que hicieron su experiencia anual en 2023. Ellas, todas de la Casa Salesiana de Cipolletti, son Melani Fregona, que estuvo misionando en la Casa Salesiana de Zárate (y que durante un tiempo más estará misionando en la Casa Buen Pastor de Isidro Casanova); Luz Cid, en la presencia misionera de Chos Malal; y Constanza Benítez, en la Casa Salesiana San Juan Evangelista, de La Boca.

Cabe destacar que hay más jóvenes que en estos días se están sumando a la experiencia anual, luego de su paso por el voluntariado de verano en distintas Casas de la Inspectoría.

También, continúan su voluntariado adulto Lucrecia Zapata, en la misión en el Oeste Pampeano, y José Juan Fernández de Alart, en la Casa Buen Pastor.

Como comunidad inspectorial rezamos por estos y estas jóvenes y adultos que, parafraseando al Padre Inspector, no tienen miedo de dar la vida por los demás.