“¡Ni una piba, ni un pibe menos por la droga!”

El jueves 15 de septiembre llegó al Centro Barrial de Villa Itatí, en la ciudad de Don Bosco, la imagen de la Virgen de Luján con la consigna de visibilizar en el barrio el flagelo de la droga en las pibas y en los pibes.

Fueron convocadas todas las asociaciones del barrio, de la cual no faltó ninguna, porque en el corazón de la villa late la vida y preocupa esta realidad. De esa manera se organizó la caravana de la Esperanza. ¡Fue muy fuerte y jugada!

No quedó ningún rincón sin visitar, duró unas cinco horas, pero el clima fue comprometido, alegre y esperanzador. El grito constante fue: “¡Ni una piba, ni un pibe menos por la droga!”. Muchas veces resonó el canto: “lo que hace bien, lo que nos sostiene es el abrazo a la vida como viene”, que seguramente fue escuchado y movilizó a tantas y tantos escondidos en el consumo. Pero el grito más fuerte fue hacia aquellos que la traen y que la venden. Que usan la pobreza y la necesidad para meterse entre los pibes y las pibas del barrio.

Afiches y carteles con los nombres de cada una y de cada uno, que están o que fueron parte del Centro Barrial, desfilaban por los pasillos y por las calles del barrio. Ver tantos nombres, todos juntos, ¡impacta!

Hubo momentos movilizantes, como un testimonio de una de las abuelas del Centro de Jubilados que no dudó en compartir su dolor por sus nietos y su firme convicción de seguir luchando para que este flagelo no nuble más el cielo de Villa Itatí.

También, la presencia de las murgas fue la expresión de la alegría del pueblo. Por su parte, una mamá confesó delante de todos que ella vendía droga para subsistir, pero que, ante la caída de su hijo, pudo reflexionar y tomar conciencia del daño que causó a toda la comunidad. Dolorosa experiencia de perdón.

La caminata reflejó la marcha del Pueblo en busca de la tierra prometida, junto a la querida imagen de la “Lujanera” caminando entre la gente y recordándoles a cada paso que esta “la luchamos junt@s” porque Villa Itatí es una Familia Grande que abraza y acompaña la vida como viene. Desde esta experiencia de coraje y de unidad, se alientan la esperanza y la justicia.

Agradecidos a quienes lo pusieron todo, porque esto fuera así.

 

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