Bajo el lema “El sueño que hace soñar”, una treintena de jóvenes animadores de los grupos del Movimiento Juvenil Salesiano de Caleta Olivia, llevó adelante la Misión Oratoriana durante el mes de enero.
Desde el 8 al 31 de enero, en el barrio 17 de octubre (Oratorio Buen Pastor) y en la zona de chacras (Capilla San Isidro Labrador), un nutrido grupo de jóvenes animadores, junto con los adultos de esas comunidades, salieron a visitar a las familias, a hacer conocer las actividades de las capillas y a invitar a los niños y adolescentes a participar del oratorio festivo que realizaban por las tardes.
Durante ese tiempo tuvieron oportunidad de compartir con las familias de los barrios y conocer sus necesidades, sus sueños y también sus miedos, a través de las charlas y las visitas; también organizaron un ropero comunitario, pintaron paredes, acondicionaron plantas en un jardín, limpiaron el terreno de la capilla, jugaron con los niños, compartieron meriendas y risas, rezos y juegos, regalos y caminatas.
Los protagonistas son jóvenes animadores del Batallón 86 “Aonikenk” de Exploradores Argentinos de Don Bosco, del oratorio “Sociedad de la alegría”, del oratorio “Corazón de Jesús”, del grupo juvenil “Los Pibes del Valle”, del Centro Juvenil del Sanjo, del Oratorio “Don Bosco Juvenil”; y se sumaron a esta experiencia 3 jóvenes provenientes de las Casas Calesianas de Cipolletti (Río Negro), de La Boca y de Almagro (CABA) que realizaron su experiencia de voluntariado misionero de verano, enviados por sus comunidades de origen.
Mucha gente y entidades acompañaron con la donación de diversos alimentos para las meriendas del oratorio y el sustento de los jóvenes misioneros; también las comunidades de la parroquia Virgen del Valle se hicieron presente con aportes económicos, de alimentos y de personas que han ofrecido su servicio de distintas maneras (cocina, talleres, transporte, etc.)
Todas las personas que participaron coincidieron en remarcar que fue una experiencia fuerte de Dios para cada uno y cada una, porque Él se hizo presente de mil formas; y de manera muy emotiva en la fiesta de cierre que se realizó en ambos lugares: el martes 30 en Buen Pastor y el miércoles 31 en San Isidro, celebrando a Don Bosco y el regalo grande de su santidad para la Iglesia y para todos los jóvenes.
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