El pasado domingo 5 de marzo, a los pies del Cristo del Tromen, en el paso fronterizo Mamuil Malal de Curarrehue (que une Neuquén con la Región de la Araucanía por la comuna de Curarrehue), y con el volcán Lanín de fondo, se realizó la misa que fraternalmente se lleva adelante desde 1950 entre argentinos y chilenos.
Esta celebración la preparan todos los años la parroquia chilena de Curarrehue y la Argentina de Junín de los Andes. Luego de los años de pandemia, este año se volvieron a convocar.
En Junín de los Andes, en la parroquia salesiana Nuestra Señora de las Nieves y Laura Vicuña, se hicieron los preparativos previos para dicha celebración, junto con los hermanos chilenos.
El obispo de Villarrica (Chile), Francisco Javier Stegmeier, presidió la celebración. El obispo argentino de Neuquén, Fernando Croxatto, concelebró junto a los párrocos de Junín de los Andes, Carlos Gómez SDB, y de Curarrehue, Janusz Furtak SchP. También hubo seminaristas de ambos países, consagradas y laicos. Esta misa se realizó con la bendición de un hermoso día y un paisaje bellísimo con las típicas araucarias de la zona.
Durante la celebración se recordó al Papa Benedicto XVI y al también recientemente fallecido obispo emérito de Villarrica, P. Sixto Parzinger.
En su mensaje, el obispo neuquino hizo mención a la fraternidad que trasciende las fronteras, resaltando la hermandad que une a argentinos y a chilenos.
Al final de la misma se realizaron los bailes típicos chilenos (cueca) y argentinos (zamba).
La próxima misa por la hermandad argentino-chilena se llevará a cabo el primer domingo de marzo de 2024. En este momento, queda hecha la invitación a todos aquellos que visiten esta zona de la Patagonia.
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