Los novicios Braian Fernández y Leonardo Díaz profesaron como Salesianos de Don Bosco

El sábado 4 de febrero al mediodía, en el marco del Retiro de Jóvenes que la Pastoral Juvenil de la Inspectoría Salesiana de Argentina Sur realizó en la Casa Salesiana de Junín de los Andes, los jóvenes novicios Braian Fernández (28) y Leonardo Díaz (24) hicieron su primera profesión religiosa como Salesianos de Don Bosco.

Fue en una celebración que presidió el Padre Inspector, Darío Perera, en el Santuario Nuestra Señora de las Nieves y beata Laura Vicuña de la ciudad neuquina. El lema de estas profesiones fue “Servidores de ustedes por amor de Jesús” (1 Cor 4, 5).

Luego de la lectura de la Palabra, el P. Carlos Pomar SDB realizó la presentación formal de los novicios, expresando una semblanza de la vida de cada uno.

 

Homilía del P. Darío Perera

A continuación, el Padre Inspector pronunció la homilía, en donde luego de vivir esos tres días de retiro con los jóvenes, resaltó tres imágenes: “La primera: cuando era chico recuerdo que el P. Francisco Melo SDB, que era misionero y que estuvo toda la vida en Victorica, era rabdomante. Es decir, tenía la capacidad de encontrar agua en el desierto del Oeste pampeano… A veces, pareciera que el mundo está cargado de miseria, de muerte, de guerra, de todo lo terrible que vemos en los medios de comunicación. Pero el mundo también está cargado de belleza y de cosas bonitas. El mundo también está cargado de Dios. Por eso, nosotros deberíamos ser rabdomantes: ser capaces de descubrir aquellas cosas que los otros no ven. Ojalá que podamos ser capaces de descubrir en donde está presente Dios”. Y sobre el tema aconsejó: “No hablemos de Dios desde los libros o desde la doctrina; seamos como esos rabdomantes capaces de descubrir lo que hay en lo oculto, a la distancia, de lo cual nosotros debemos ser testigos. Sean buscadores, sean rabdomantes y sepan percibir que Dios está”.

Seguido, habló de la luz del cirio pascual como segunda imagen: “Cuando el sacerdote está fuera del templo prendiendo el cirio para dar comienzo a la Vigilia Pascual, a veces parece que a esa llama la va a apagar el viento. Así es nuestra fe: no es un reflector que ilumina, sino más bien se parece a esa vela. Nosotros anunciamos al mundo esa esperanza, a veces pequeña, otras tantas veces frágil, otras veces azotada por los vientos, pero es nuestra esperanza”. Y se dirigió a los dos novicios: “Queridos Leo y Braian, ustedes hagan que esta pequeña luz brille y que siempre tenga sentido… Los chicos y las chicas van a ser compañeros de su caminar si ustedes le dan sentido a esa luz”.

Finalmente, habló de la fe de Abraham como tercera imagen a partir del retiro de jóvenes: “Abraham era un hombre creyente, pero era viejo y no tenía hijos. Su expectativa sobre Dios no se cumplía, entonces Dios lo invita a mirar el cielo y contar las estrellas; lo invita a mirar la playa y contar las arenas. ¡Y Dios le dió un hijo! Abraham siempre confió en la promesa de Dios. Y Dios le regaló algo inmenso, tan grande como las estrellas del cielo o como las arenas del mar: un hijo”.

Y enfatizó: “Chicos y chicas, no tengan miedo a los sueños grandes, aunque todo parezca que va en otra dirección. Dios es capaz de hacer  cosas grandes con ustedes. (…) No tengan miedo en hacer algo por los demás, sean generosos y Dios va a ser generoso con ustedes. Si la vida los lleva por caminos difíciles, cuando le falten fuerzas, salgan afuera y miren las estrellas del cielo. Después, como Abraham, confíen en Dios porque Él es siempre fiel y va a estar siempre con ustedes”.

Al finalizar con la homilía, continuó con el rito de profesión salesiano. Luego de que los jóvenes pronunciaran la profesión, el Padre Inspector le entregó a Braian Fernández y a Leonardo Díaz la medalla y las Constituciones y Reglamentos de los Salesianos de Don Bosco.

 

La palabra de los neoprofesos

Más tarde, Leonardo Díaz, oriundo de San Justo, Buenos Aires, animador en el Batallón 44 “Padre José María Ricardes”, de los Exploradores Argentinos de Don Bosco, expresó: “Dar este Sí a Dios es darle de mí un corazón disponible a que su Espíritu obre en cada paso. Decir ‘soy Salesiano de Don Bosco’ es decirles a ustedes Sí, a ustedes pibes y pibas, a ustedes con su vida y con sus historias. Ya no para mí, sino para todos y todas, y desde ahí actualizarme día a día, poder construir mi capacidad de ver. Como dijo el P. Darío en la homilía, ‘Ver todo, ver el detalle, ver lo que normalmente se ignora’”.

Y agregó: “No seré perfecto, pero buscaré incansablemente llevar mí corazón disponible a cada una de las personas a quienes Él me envíe. Ser luz como aquellas personas que fueron y son luz en mí vida, ser faro, ser yo y, desde ahí, llevar a Cristo”.

Por su parte, Braian Fernández, nacido en Coronel Pringles, al sur de la provincia de Buenos Aires, que forma parte del Oratorio Miguel Rúa de la Casa Salesiana Sagrado Corazón de La Plata, declaró: “Estoy agradecido a Dios por pertenecer a esta Familia Salesiana como religioso. Agradecido por poder seguir contemplando lo sagrado de la vida de los jóvenes y acompañarlos en sus búsquedas más profundas. Agradecido de poder trabajar por, con y para ellos. Hoy estoy muy feliz de seguir este gran sueño de Don Bosco y lo que tantos salesianos han construido con tanto trabajo”.

 

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