Se trata de una iniciativa de alumnos y docentes del Profesorado de Inglés del Instituto Superior Juan XXIII de la ciudad bonaerense de Bahía Blanca que desde 2019 le brindan clases de idioma gratis a los niños del barrio 9 de Noviembre.
A comienzos del año pasado, la hermana Constanza Roldán de las Hermanas de la Caridad del Grupo Social Vicentino, se acercó al Profesorado de Inglés del Juan XXIII para hablar sobre un proyecto que estaba impulsando en uno de los barrios más castigados de la ciudad, el 9 de Noviembre.
La profesora Gabriela Atena, a cargo de la carrera, contó que la Hermana de la orden de Las Hijas de la Caridad les propuso sumar las clases de idioma a las de matemática y lengua que ya se brindaban a modo de apoyo en el Centro Social Vicentino del lugar.
“La Hermana Constanza tiene un gran proyecto educativo, con muchos talleres en marcha y ella quería que los chicos del barrio recibieran un refuerzo de inglés, una especie de apoyo para completar lo que les brindaba la escuela en ese momento”.
Pero, Gabriela Atena redobló la apuesta y le pidió ir por más: no quedarse solo en el apoyo, sino ampliar las clases.
“Si bien el apoyo es valioso, generalmente se da para reforzar alguna estructura que no se entendió en el colegio o en preparación para un examen, pero los conocimientos que se brindan siempre son más amplios cuando un niño concurre a un instituto de manera extraescolar. Estos chicos no tienen la posibilidad de pagar el estudio de una segunda lengua entonces no pueden ‘aprender ni aprehender’ los conocimientos de una forma significativa y eso es lo que quisimos cambiar”, dijo la docente.
Fue entonces que decidieron poner “manos a la obra” y organizar estos cursos extraescolares, como si fuera en una academia pero de forma gratuita.
“En febrero, cuando estábamos en plena organización, vino la doctora en educación Leticia Yulita, de la Universidad de East Anglia, de Norwich (Inglaterra), que se dedica a la investigación. Ella es egresada del Juan y yo hice un máster en Educación en East Anglia, por lo que compartimos muchas cosas, y ambas teníamos ganas de ver que podían hacer nuestros alumnos de manera conjunta, especialmente algún trabajo que se orientara a la comunidad”.
El proyecto del Barrio 9 de Noviembre apareció como la oportunidad ideal de cooperación entre los alumnos del Juan y los de East Anglia.
“El nombre del proyecto, Global Children, fue propuesto por la doctora Yulita y de ahí en más la idea fue tomando forma con la premisa de incluir no solo a los chicos del barrio, sino que fuera más allá, para que los chicos de Inglaterra también puedan colaborar, y que puedan enterarse de lo que pasa acá, ya que algunos no tienen noción de la pobreza”.
El proyecto pasó a la acción con la ayuda de la Universidad East Anglia y además, del British Council. En nuestro ámbito, fue declarado de Interés Municipal.
Gabriela definió a esta actividad que llevan a la práctica los alumnos del profesorado de Inglés, diagramada por los docentes del área, como “un aprendizaje en servicio”.
“Es sumamente enriquecedor, si bien en un principio no pensamos en eso. La idea era darle a estos chicos la posibilidad de estudiar, en forma sistematizada y formal, una segunda lengua. Después nos dimos cuenta que nuestros alumnos también salían favorecidos con este trabajo”.
Con tres grupos iniciales, armados en virtud de las edades, interés y ritmo de aprendizaje, las clases comenzaron lideradas cada una con una pareja pedagógica integrada por dos alumnos del profesorado.
El grupo de trabajo se encuentra conformado por la profesora María Gabriela Atena, directora del Departamento del Profesorado de Inglés del Instituto Superior Juan XXIII, las docentes Alcira Itten, Agustina Negretti, Alejandra Ochúa, Laura Oña Laura y Cintia Owensworth.
Por el lado de los alumnos, quienes están desde el comienzo son Guadalupe Stickar, Candela Arcidiacono, Francisco Borrego, Camila Diaz, Malena Martinez, Rocío Stempels y Germán Rolheiser.
“Y el mes pasado se contactaron de la Asociación Internacional de Caridad (AIC) de Bélgica, a través de su sede local, para avisarnos que había elegido nuestro proyecto Global Children para ser presentado dentro de un documento a la Unesco. No sabemos qué va a pasar, pero la alegría que tenemos de que esta iniciativa se conozca en otras partes del mundo es enorme. Si bien esto es en realidad un micro proyecto dentro de la macro obra de la Hermana Constanza, sin dudas nos da mucho orgullo”.
Otras voces del proyecto
-“La experiencia en el barrio 9 de Noviembre fue muy enriquecedora para mi experiencia docente y humana. Los chicos y las chicas que tuve la suerte de tener como estudiantes, junto con mi compañera pedagógica, me alegraron todas las tardes de esos viernes que compartimos en el aula. Verlos aprender tanto y con tanto entusiasmo fue inolvidable. Ojala pronto volvamos a tener la oportunidad de ir al centro Vicentino y poder reencontrarnos con esas hermosas personas”, contó la alumna del profesorado Rocio Stempels.
-“Personalmente, en febrero estuve en Simposio sobre Diversificación Curricular en el Juan XXIII y ahí me enteré en más detalle sobre el proyecto Global Children. En mi rol de profesora en el instituto, recibí una invitación para participar del proyecto, y comenzamos a delinear el trabajo que pensábamos llevar a cabo durante el año. El aislamiento cambió los planes y si bien el proyecto se sostiene, el formato está adaptado, ya que los chicos del barrio y nuestros estudiantes no se pueden encontrar para el dictado de las clases. Primeramente, fue una agradable sorpresa ver el proyecto presentado en la AIC y luego enterarnos que lo iban a presentar en la Unesco, una alegría enorme porque es un reconocimiento al esfuerzo voluntario de mucha gente, destacó la profesora Agustina Negretti.
-“El proyecto parte de reconocer la educación como derecho. Trabajar en el barrio, con las infancias y adolescencias nos desafia a promover vínculos de confianza posibilitadores de mejores aprendizajes. Docentes estudiantes del profesorado, coordinadores del centro y familias del barrio 9 de noviembre, nos enriquecemos con la experiencia, intentando prácticas transformadoras que nos permitan pensar una sociedad más justa e inclusiva”, agregó la vicedirectora del Verónica García.
-“Las clases en el barrio superaron mis expectativas. Los chicos nos recibieron con ansias y respeto y entre todos logramos el objetivo de llevarles el inglés a su mundo. De eso se trata, de hacerlo palpable, real y disfrutable. Cada viernes se trataba de enseñar y aprender. Como alumna del profesorado de inglés coseché mucho en mi tiempo con ellos. El vínculo que se formó con este grupo de adolescentes todavía me mantiene asombrada. Compartimos mucho más que clases o tiempo, compartimos además valores e historias”, dijo la alumna Candela Arcidiácono.
Fuente: lanueva.com
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