Con el lema “Con María en oración somos misión”, se celebró la 107 peregrinación al Santuario de María Auxiliadora en Fortín Mercedes, al sur de la provincia de Buenos Aires. Santuario que es expresión de gratitud a María por la acción evangelizadora de la Patagonia, tierra de los sueños de nuestro Padre Don Bosco. Él hace pintar ese cuadro y lo regala a Juan Cagliero, para que cuide y acompañe las misiones, que Juan Bosco soñó tantas veces.
El lema lo motivó el llamado del Papa Francisco a un año de oración, preparando al Jubileo. Entre las intenciones, una fue dar gracias por los 90 años de la arquidiócesis de Bahía Blanca.
El viernes 24 de mayo tuvo lugar la peregrinación de las comunidades locales, peregrinando desde la estación del tren en la ciudad de Pedro Luro hasta el Santuario, donde a las 17 horas, se celebró la Eucaristía. En la caminata fue numerosa la participación de niños, miembros del Batallón 45 de los Exploradores Argentinos de Don Bosco, la Banda de música, los docentes y alumnos de las comunidades educativas, las Hermanas de María Auxiliadora, los agentes de pastoral como Cáritas del Santuario. Una tarde de otoño fresca, pero con la calidez de estar todos junto a la Madre que educa para dar vida los sueños de Dios en el corazón de cada uno. En la celebración, un grupo de exploradores realizaron su promesa, de estar siempre alegres en el servicio a los hermanos.
El sábado 25 fueron llegando al Santuario peregrinos de diferentes lugares, un grupo de Mar del Plata (en la costa atlántica bonaerense), y de otros lugares. A las 17 se celebró la Eucaristía confiando a María patrona del agro argentino, el cuidado de la patria Argentina, para que sea tierra de encuentro entre hermanos con lugar y pan para todos. A las 19 llegaron los jóvenes y educadores de las comunidades educativas de Bahía Blanca que peregrinaron a pie por 30 kilómetros. Desde el Santuario salió a recibirlos la imagen de María Auxiliadora. Las campanas del templo dieron el toque de fiesta y alegría por ese encuentro entre la Madre que cuida y acompaña los sueños de sus hijos. Más de 140 fueron los que peregrinaron y llegaron cansados pero contentos al Santuario que, al entrar sintieron la calidez del abrazo, luego de haber enfrentado la fresca tarde otoñal.
El domingo 26, fiesta de la Santísima Trinidad, a las 10 de la mañana se encontraron en el ingreso hacia el Santuario, sobre la Ruta Nacional 3, y desde allí, caminaron hasta el templo donde, a las 11, se celebró una sentida y profunda Eucaristía. Gratitud, alegría, abrazos, canciones, silencio, vistieron la celebración.
“María Auxiliadora nos anima a seguir dando vida a los sueños de Dios en el corazón de cada uno, como animó y acompañó a Juan Bosco, para que ese sueño de los nueve años, sigue hoy dando vida en el camino misionero”, declaró el Rector del Santuario, el P. Pedro Narambuena SDB.
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