Entre el 31 de mayo y el 2 de junio la Presencia Salesiana en la ciudad de Río Grande recibió la visita del Padre Inspector, Darío Perera.
Durante esos días, el Padre Inspector recorrió las Casas Salesianas Don Bosco y la Misión, donde pudo conversar con educadores y miembros de los equipos de gestión.
Esta vez, luego de haberlo conversado con el Consejo Inspectorial en noviembre pasado, la visita se centró en encontrarse con las personas que van construyendo el día a día con las comunidades educativas. De aquí, se ha podido hacer discernimiento de los pasos que se han dado en la articulación y brindado algunas pautas a seguir en este camino de Misión Compartida, en lógica de proyecto común.
La importancia del aporte de cada vocación y ministerio en la comunidad. Tanto la riqueza de los religiosos como de los laicos y laicas que forman la Familia Salesiana en Río Grande. El entenderse desde el otro y con el otro o la otra, es la perspectiva que en la misión permite ser presencia salesiana en medio de los y las jóvenes. Los modelos de gestión se ven comprendidos desde al aporte de cada uno, en diversidad, pero también en una comunión que los hace ser “Don Bosco” en sus Casas. Economía de comunión, proyectos en común, responden a la lógica evangélica del modo de ser de Dios que es, familia/comunión/trinidad.
“Fue una linda oportunidad de encuentro y escucha mutua donde el P. Darío pudo compartir y escuchar las realidades que estamos transitando en la vida escolar de nuestra Casa. Para los directivos, especialmente los que no tienen mucha antigüedad en la Institución, ha sido la primera oportunidad para charlar con un Padre Inspector y lo vivieron con mucho agradecimiento. Como siempre es importante para las comunidades poder compartir y ser escuchados a través de estos encuentros significativos”, afirmó a donbosco sur Diego Gassman, Director General de la Casa Salesiana Don Bosco.
Por su parte, el P. Roberto Castelo, Director General a la Casa Nuestra Señora de la Candelaria, conocida como “La Misión”, expresó: “Como todos los años, la visita del Padre Inspector es una oportunidad de evaluación y consenso de pautas para seguir construyendo, re-pensando el Proyecto Educativo-Pastoral de cada Casa, y en nuestro caso, el modo de entendernos Presencia en Río Grande”.
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