Entrevista al padre Gaspar, misionero de España

El 27 de enero pasado llegó a Argentina el padre Gaspar Martínez Morán, nacido en España y enviado como misionero en la 150° expedición misionera de la Congregación Salesiana para compartir la alegría del Evangelio.

El padre Gaspar nació en Castrillo de las Piedras (España) el 19 de junio de 1966 y conoció a los salesianos porque sus hermanos mayores habían ido al aspirantado y seminario de los salesianos.

Terminados sus estudios primarios, a los once años ingresó al aspirantado de los salesianos y realizó su primera profesión a las dieciocho años. En 1995 fue ordenado sacerdote. Además estudió Ciencias de la Educación.

¿Qué tareas desarrollaste en las obras?

He desarrollado tareas de lo que en España llamamos: coordinación de pastoral en distintas obras, sobretodo en la pastoral escolar, pero también pastoral del tiempo libre. La última comunidad donde estuve fue el Colegio Don Bosco de León,donde funciona una escuela de formación profesional.

¿Por qué te hiciste salesiano?

Porque sentía la llamada, no es nada especial. Simplemente ver que diferentes personas, referentes que te han ayudado mucho en tu vida y que tomas como modelo, son salesianos y entonces ves esa posibilidad de ser salesiano.

¿Cómo fuiste construyendo esta respuesta misionera?

Esto ha sido más reciente. Algunos tienen vocación misionera desde los inicios de la formación. Por mi parte, siempre he entendido que donde estábamos también era misión porque significa estar en la frontera. La misión no es estar en la parte de la Iglesia o de la pastoral que busca conservar las cosas como vienen, sino innovar y estar atento a las nuevas necesidades.

Pero hace unos tres o cuatro años, durante unos ejercicios espirituales en la tierra de Teresa de Ávila, me empecé a plantear este tema. Estaba en un momento en el que había desarrollado unos 25 o 30 años de mi vocación. Por otro lado, a nivel familiar ya no me sentía tan atado como cuando vivían mis padres, porque habían fallecido. Finalmente, siendo salesiano tengo la posibilidad de desarrollar mi vocación en muchos lugares del mundo.Es más, a veces pensaba que donde trabajaba estábamos atados, por diversas circunstancias, a la tradición y al “ siempre se hizo así”;  y yo necesitaba un poco de aire fresco. Hay muchas necesidades y a veces nos quedamos concentrados en nuestra pequeña realidad, ¡hay tantas fronteras! ¡Son tantas las personas que ansían ver la cara amable de la vida, la cara amable de Dios! Entonces le manifesté mi disponibilidad al Rector Mayor para ir donde desea, le escribí una carta y me respondió que lo estudiarían, y hace medio año (junio 2019) me dijo que me enviaría a Panamá, comencé la formación de los misioneros pero no pudo concretarse. Quedé a la espera de que surja otra cosa y en diciembre el Rector Mayor me dijo que vendría a Argentina.

¿Y qué pensaste cuando te dijo Argentina?

Dije, bueno dale. A mi me agradó porque no me lo decía por ser un sitio más, sino porque él lo conocía y porque me conocé también a mí, y eso te da mucha seguridad.

¿Qué expectativas tenés?

Incorporarme en la labor y trabajar como uno más. Y que todo esto a nivel personal me ayude a sentirme bien, realizado, a gusto con lo que estoy haciendo, con nuevas preocupaciones, objetivos y sueños. Es empezar de nuevo en otro sitio, con otra gente, con otros parámetros, con otra forma de hablar, con otras inquietudes, hay una búsqueda común en todos lados que es ser felices, de eso se trata, ayudarlos a ser felices. Como decía Don Bosco: “Sean felices en el tiempo y en la eternidad”.

1 Comment

  1. Maria Susana Alfaro

    Que seas muy feliz entre nosotros, Gaspar! Y que hagas mucho bien en el Buempa!!

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