Del 1 al 4 de noviembre, salesianos (SDB) e Hijas de María Auxiliadora (FMA) de la región amazónica se reunieron en Manaus, Brasil, para reflexionar sobre los 125 años de actividad misionera dentro del territorio de esa región, sobre los desafíos del presente y sobre las líneas de acción necesarias para planificar el futuro con renovado vigor. Más de 100 personas, entre ellas: religiosas, catequistas, agentes pastorales, coordinadores, expertos y miembros de las comunidades indígenas asistieron a la reunión, enriqueciendo cada sesión.
Don Jefferson Santos, SDB, Inspector de Brasil-Manaus (BMA), en su discurso de bienvenida, dijo: “Esta es una oportunidad privilegiada para que profundicemos nuestra identidad y misión en este vasto territorio en el que trabajamos, y seguir colaborando con la Iglesia universal”.
Los principales oradores en la reunión fueron: Don Justino Sarmento Rezende, SDB, nativo de Tuyuka, quien, ha participado en el trabajo del Consejo Pre-sinodal en vista del Sínodo de los Obispos sobre la Amazonía de 2019, presentó el documento preparatorio y la visión salesiana sobre ese sínodo; don Juan Botasso, SDB, misionero en Ecuador por 59 años, quien expuso sobre las misiones salesianas en Sudamérica; José Juncosa, vicerrector de la Universidad Politécnica Salesiana de Ecuador, quien intervino la presentando la situación sociopolítica, cultural y religiosa de la Amazonía; don Diego Clavijo, SDB, quien compartió su experiencia de 18 años al servicio de los pueblos Achuar y Shuar; y João Gutenberg, religioso de los Hermanos Maristas y miembro de la “Red Eclesial Panamazónica” (REPAM), quien ilustró la encíclica del Papa Francisco Laudato Si’ y la visión de la juventud de la Amazonía.
También han intervenido: mons. José Ángel Divassón, SDB, Vicario Emérito Apostólico de Puerto Ayacucho, Venezuela, y miembro de la Comisión Preparatoria del Sínodo; los Consejeros Generales de las Misiones SDB y FMA, P. Guillermo Basañes y Sr Alaide Diretti; y los diáconos permanentes de la tribu Shuar-Achuar, quienes compartieron su experiencia ministerial.
“Queremos estar en armonía con la Iglesia y prepararnos para el Sínodo de la región Panamazónica”, dijo el padre Martin Lasarte, SDB, del Sector de la Misiones. La reunión se centró, de hecho, en las presencias de los salesianos en los estados brasileños de Amazonas y Campo Grande (que se coinciden con 2 inspectorias SDB y 4 provincias FMA) y en Colombia, Ecuador, Paraguay, Perú y Venezuela.
Durante el trabajo en grupo, los participantes analizaron las fortalezas, oportunidades, áreas de mejora y amenazas de su contexto, que luego se presentaron a la asamblea; y el último día, la asamblea se dividió de acuerdo con las diferentes realidades Inspectoriales para proponer líneas de acción para las actividades misioneras respectivas y para el sínodo del 2019.
“Uno de los propósitos del Sínodo es hacer realidad una Iglesia con rostro amazónico y rostro indígena. Eso depende de lo que tenemos en el corazón, por lo que es necesario que los salesianos, pero también todos los misioneros que trabajan en la Amazonía, sean amigos de los pueblos amazónicos” es la opinión del Padre Sarmento Rezende.
“Lo que los salesianos pueden aportar al Sínodo debe partir de su propia especificidad – reconoce Monseñor José Angel Divassón –. Hay toda una problemática, cómo influye en el mundo indígena la cultura global que se va imponiendo en las grandes ciudades, cómo influye eso en la visión, en la mentalidad, en la cosmovisión que tienen los indígenas… Y el propio estilo de Don Bosco, puede ser una ayuda real para responder a estas situaciones nuevas juveniles” dijo.
La reunión terminó con un mensaje de los participantes en las dos Congregaciones:
– “Agradecemos a Dios por los fecundos 125 años de la presencia salesiana en territorio Amazónico. Se ha realizado un bien inmenso, reconocido por los pueblos amazónicos y la Sociedad Civil.
– Constatando que por una parte ha crecido la misión con nuevos desafíos, por otra han disminuido las fuerzas de personal misionero en tales territorios.
– Deseamos y Solicitamos a que nuestra misión, en este lugar tan significativo hoy para la Iglesia y para la humanidad, no decaiga sino que se revigorice.
– Los pueblos y particularmente los jóvenes amazónicos nos esperan en sus comunidades, ricas de tradiciones y valores, para que los hijos e hijas de Don Bosco continúen a anunciar la Buena Noticia y a acompañarlos en sus desafíos.
– Los jóvenes amazónicos también nos esperan en las grandes ciudades, adonde muchos jóvenes indígenas emigran, juntándose a otra multitud de jóvenes, vulnerables en su dignidad, e en su identidad y en su camino de fe.
– Estamos convencidos que un generoso espíritu misionero amazónico será fuente de renovación para nuestra vida salesiana.
Que María Auxiliadora, la Beata María Troncatti, P. Rodolfo y Simón Bororo intercedan para que la misión salesiana, de rostro amazónico, se haga cada vez más viva y fecunda”.
Fuente: infoans.org
0 Comments