Durante el 1 y 2 de noviembre, el Santuario Don Bosco, de Neuquén, fue punto de encuentro para casi cuarenta personas de distintas Casas Salesianas de la Inspectoría que se reunieron para seguir creciendo en una convicción compartida: que la escucha es el corazón del acompañamiento y el modo más humano de estar cerca de los jóvenes.
El tema que convocó fue “El acompañamiento en las realidades actuales de la juventud”, con el deseo de mirar de frente los desafíos que hoy atraviesan la vida de los chicos y chicas: la tecnología, las redes sociales y la inteligencia artificial, entre otros. Desde una mirada antropológica, filosófica, carismática y teológica, se buscó comprender cómo acompañar sus búsquedas, sus silencios y sus preguntas en este tiempo que cambia tan rápido.
Fueron dos días intensos, con espacios de reflexión comunitaria, trabajo en grupo, oración compartida y muchos momentos de encuentro fraterno. En cada instancia se respiró el deseo de llevar algo de todo esto a sus comunidades: gestos, ideas, herramientas, pero sobre todo una actitud más abierta y disponible para escuchar.
Al final del encuentro, las voces de los participantes reflejaron lo que se vivió:
“Fue un encuentro movilizante y reflexivo, que me ayudó a mirar la realidad de los jóvenes con otros ojos.”
“Me encantó poder armar el credo en comunidad, descubrir en qué creemos y cómo eso orienta nuestro modo de acompañar.”
“Significativo e interactivo; permitió abordar la realidad propia de nuestras obras y encontrar caminos concretos.”
Detrás de cada palabra hubo gratitud, alegría y esperanza. Quedó claro que escuchar también es dejarse tocar por lo que el otro vive, y que en esa experiencia compartida Dios sigue hablando, sigue acompañando, sigue susurrando vida.
El Equipo Inspectorial de Escuchadores continuará animando este camino durante el próximo año, promoviendo espacios donde la escucha se vuelva práctica cotidiana y fuente de comunidad en cada obra.







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