El lunes 2 de octubre fue un día de alegría para la comunidad educativa pastoral de la Casa Salesiana San José Obrero, de Neuquén, ya que después de muchos años se inauguró un nuevo Taller de Panadería y Pastelería para el Centro de Formación Profesional.
Participó del acto el vicegobernador de Neuquén, Marcos Koopmann, y la bendición del taller estuvo a cargo del P. Juan Hernández, párroco de la parroquia salesiana San José Obrero.
Este nuevo taller, dirigido a los y las jóvenes en estado de vulneración de la zona, se propone producir el pan necesario para el autoconsumo y para la venta en el salon comercial que funcionará como panadería con un “valor social”, para las personas que cuenten con la tarjeta Alimentar
El taller de Pastelería del turno mañana lo dictará el pastelero Luis Alvarado, propietario de Pasteleria Luna y exalumno del colegio. Por la tarde se realizará el taller de Panadería que contará con el auspicio del Sindicato de Panaderos, y serán sus capacitadores Lucian, Matias y Leandro. Ambos cursos, que inician el 9 de octubre, serán gratuitos, tendrán la duración de tres meses y serán certificados por el Sindicato de Panaderos y por el Colegio.
“Gracias al aporte del Estado Provincial, Municipal, empresas privados y organizaciones de la sociedad civil, lo que comenzó como un sueño y una idea de un joven hoy se pudo concretar para seguir ayudando a los pibes y a las pibas que Don Bosco quiere que acompañemos y demos nuevas oportunidades, educación, oficio, trabajo, que dignifican a las personas”, afirmó el Director General de la Casa, Gastón Maina.
¿Cómo empezó esto?
Por Gastín Maina
A finales de 2021 se acerca el delegado de 4°B, Fabricio Focarazzo, y me plantea que él y sus compañeros observaban que el pan para el comedor y para la merienda no alcanzaba. Entonces le explico la situación económica por la que el colegio estaba pasando después de la pandemia y le pregunto ante esta realidad tan difícil qué podemos hacer.
A lo cual me responde con unas preguntas: ¿Por qué no hacemos el pan nosotros? ¿Por qué no podemos también enseñar panadería?
Ante estos interrogantes comenzamos a pensar y a escribir el proyecto, nos contactanos con el Sindicato de Panaderos, el cual nos comenta que no hay ninguna institucion en Neuquen y en Rio Negro que enseñe el oficio de Panadeía.
Esto nos impulsó más a ver que era una situación a la que podíamos dar respuesta.
Se empieza a realizar el proyecto y a indagar quiénes nos podrían financiar. Se eleva la propuesta al Consejo de Obra, posteriormente al Consejo Inspectorial quien lo aprueba ya que contábamos con el financiamiento de la Legislatura de la Provincia del Neuquén y de la empresa Pan American Energy.
Se comienza con la readecuación de los espacios, en donde el taller de Carpintería sede parte de un sector destinado a depósito. Se compran las maquinarias en un momento muy difícil del país, cuando nadie quería vender ningún bien. Gracias a un vendedor local que contaba con todas las máquinas y herramientas, a pesar de si salía hecho o perdía dinero en la operación, nos ayudó.
En medio del proyecto, gracias a la inflación y a una readecuación de la obra de gas exigida por Camuzzi Gas, nos quedamos cortos con el presupuesto por lo cual buscamos más financiamiento nuevamente. Los primeros aportantes realizaron su ayuda y se sumaron otros colaboradores: el Municipio de la ciudad de Neuquén, la Cámara Empresarial Industria Petrolera y Afines de Neuquén (Ceipa), la Fundación con Y griega y un importante comerciante de la ciudad de Cipolletti que posee la Panadería El Porvenir, entre otros.
Después de un año de trabajo comunitario y mucho esfuerzo pudimos inaugurar el Taller de Panadería y Pastelería en el San José Obrero.
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