“El Reino de los cielos es como un grano de mostaza… Y se hace árbol…”

El 14 de Diciembre se cumplen 148 años del comienzo de la gran aventura salesiana en estas tierras, oportunidad para recordar con detalle la llegada de los primeros misioneros. Los primeros salesianos llegaron a la Argentina la tarde del 14 de diciembre de 1875. Era la primera expedición misionera que Don Bosco enviaba fuera de Europa. En el momento de desembarcar el presidente de la República era el doctor Nicolás Avellaneda, y el arzobispo de Buenos Aires monseñor Federico Aneyros.

El 5 de febrero de 1875 Don Bosco escribe una carta a los salesianos anunciando oficialmente su proyecto y solicitando la disponibilidad de quienes deseaban ofrecerse como misioneros. Irían sólo los que lo pidieran libremente. De los ofrecidos, seleccionó diez y al frente de ellos nombró a Juan Cagliero. El sueño se había convertido en un grano de mostaza.

MEMORIA

Después de un encuentro de los misioneros con el papa Pío IX, el 11 de noviembre Don Bosco los reunió en la basílica de María Auxiliadora de Turín, y los acompañó hasta el puerto genovés de  Sampierdarena. Antes de que partieran, le entregó a Cagliero una carta con doce instrucciones para su tarea.

El 14 de noviembre por la tarde, el barco partía hacia América. Un mes más tarde el 14 de Diciembre, el Savoie ingresaba en el Río de la Plata y atracaba frente al puerto de la ciudad, donde el padre Ceccarelli se acercó en canoa para acompañar el descenso.

“La alegría del Evangelio llena el corazón y la vida entera de los que se encuentran con Jesús… con Cristo siempre nace y renace la alegría”. (“Evangelii gaudium”)

INQUIETUDES

La tarde del 11 de noviembre, en que Don Bosco los despedía en la basílica de María Auxiliadora de Turín, les había dicho:

– “…de este modo damos inicio a una obra grandiosa. No es que tengamos pretensiones o que con esto se crea que vamos a convertir el mundo entero en pocos días; pero quién sabe si esta partida y este pequeño paso no serán la semilla de la que va a nacer una inmensa planta. Quién sabe si no es como un grano de trigo o de mostaza que poco a poco irá extendiéndose. Quién sabe si no está establecido que va a producir un bien extraordinario. Yo lo espero”.-

DESAFÍOS – HORIZONTES

Queremos ser una Iglesia Amazónica Misionera en Salida que pase a ser:

  • Samaritana como Iglesia Servidora.
  • Encarnada como Iglesia Inculturada al modo de Jesús.
  • Magdalena como Iglesia Kerigmática que se siente amada y reconciliada por Dios.
  • Mariana como Iglesia engendradora y educadora de la vida.

Impulsa a la Iglesia a una conversión pastoral que la transforme en comunidades vivas que trabajen en equipo y en red de servicio de la evangelización.

 Iniciar procesos pastorales – fogatas cálidas para hacer arder los corazones:

  • Debemos pasar de solo descubrir la semilla del verbo en las culturas a la reciprocidad y enriquecimiento mutuo permanente.
  •  Pasar de la misión como la cuestión geográfica a la Misión determinada por la situación de las personas que acompañamos.
  •  Debemos pasar del Misionero ad gentes a Misionero desde el corazón.
  •  Debemos pasar de ser Misionero de solo estructuras referentes y permanentes (esperar) a Misioneros en salida, en frontera y periferias (salir- itinerantes)
  •  Debemos pasar de la clericalización del primer anuncio a la implicación comunitaria del mismo con la Misión Compartida.
  •  Debemos pasar de una mera doctrina y preceptos a ser testigos de los esencial
  •  Debemos pasar de un eclesiocentrismo a la teología del Reino de Dios de Jesús.

Santiago Negrotti sdb – Francisco Chimento sdb •

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