(ANS) – El Centro Salesiano de Formación Permanente América (CSFPA) inició la celebración de sus 50 años con una eucaristía el pasado 4 de diciembre. Este evento marca el comienzo de un año dedicado a agradecer, reflexionar y proyectar el legado y futuro de esta casa salesiana, que desde 1972 ha sido un lugar pensado para responder a los desafíos de los jóvenes del continente desde las opciones salesianas.
El P. Manolo Pérez, director del CSFPA, subrayó la relevancia de este aniversario al dar gracias a Dios por el momento de inspiración divina que se dio cuando los inspectores de toda América se encontraron en el Capítulo General 20, de 1972, para reflexionar sobre cómo incorporar la formación salesiana en nuestro continente. Desde allí, comenzó a forjarse este camino que condujo hasta este 4 de diciembre.
Este centro ha acompañado a generaciones de salesianos, Familia Salesiana y laicos en su misión de contextualizar el carisma de Don Bosco en América. “Damos gracias al Señor por esta historia de siembra, esperanza y cosecha. Apostamos al futuro con la esperanza de que Dios es fiel y nos sigue inspirando a nosotros también”.
El P. Marcelo Farfán, Inspector de Ecuador, enfatizó que esta celebración no es solo una celebración de la Inspectoría, sino de la Congregación. Durante la homilía, profundizó en el significado del CSFPA mediante tres imágenes reflejadas en las lecturas que transmiten su esencia y misión:
Esta casa salesiana se presenta como una «casa-banquete», una mesa donde el banquete es el carisma de Don Bosco, donde Dios ha preparado sus mejores platos y vinos, y donde está presente su mano. Haber participado en una riqueza carismática de formación es un verdadero alimento para el alma. Además, es una “casa donde se ha querido vivir la compasión» frente a la realidad de tantas personas, donde se vive la empatía y se mantiene siempre abierta a las realidades difíciles de los jóvenes en América Latina. Finalmente, el CSFPA es una «casa donde se recibe el pan para compartir”, al igual que los discípulos reciben el pan para darlo a los demás. Aquí se vive la experiencia de ofrecer el pan de Don Bosco, como un regalo de Dios para la Iglesia y el mundo.
El P. Marcelo también recordó las palabras del P. Fernando Peraza, quien asumió la dirección de esta experiencia en los primeros años. Recordó que en sus palabras mencionaba que el surgimiento de esta casa en los años 70 nació en un contexto lleno de desafíos pastorales en América Latina y fue la respuesta para que los salesianos pudieran enfrentar estas realidades desde nuestras opciones carismáticas, siempre caminando en fidelidad a la Iglesia, a la Congregación y a los jóvenes.
“Tenemos mucho que agradecer, y con esto se abre un futuro realmente prometedor”, destacó el inspector. La celebración de este aniversario no se limita al pasado; es una invitación a renovar el compromiso con los jóvenes y las familias de América Latina. “Pedimos a Dios que dé vida al equipo actual y a los que vendrán, para seguir respondiendo a los desafíos de la presencia de Don Bosco en el continente”, concluyó el P. Marcelo.
Posterior a la celebración, se inauguró una Placa Conmemorativa en reconocimiento a los 50 años de servicio del CSFPA. La placa, que incluye el logo del 50 aniversario, lleva el siguiente texto: «Al servicio de la Formación Permanente de América con Corazón Oratoriano. 1974 – 4 de diciembre – 2024». Este símbolo rememora la inspiración de Dios que ha guiado la historia del CSFPA, representando la siembra y cosecha vivida a través de la formación salesiana en el continente.
Marco Padilla
Oficina Salesiana de Comunicación – Ecuador
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