“El agua nos sorprendió, pero no nos paralizó…”

(Somos Don Bosco) En la tarde del viernes 16 de mayo comenzó a caer agua intensamente y como en las últimas épocas no se conocía. Pronto las calles de los barrios de Zárate y de Campana comenzaron a llenarse de agua y a entrar en las viviendas. Conforme llegaba la noche el problema se hizo más intenso, sobre todo en determinados barrios y zonas bajas. En algunos casos, el agua alcanzó los 2 metros y, hasta a veces más, dejando a las casas totalmente anegadas.

Al final de la noche más de 30 familias estaban alojadas en la Capilla San José Obrero, sede central de la parroquia salesiana. Otras familias recibían los elementos más básicos en las casas del Hogar de Cristo, situadas en los lugares que se vieron más afectados: Virgen de Luján (Barrio Nuevo), Mamá Margarita (Reysol) y Granja P. Mugica (Barrio San Cayetano, en Campana, el más afectado).

“El agua nos sorprendió, pero no nos paralizó. Como comunidad nos pusimos al servicio de nuestros hermanos. Queremos agradecer a cada una de las personas que se pusieron en acción, a nuestros muchachos de los Hogares de Cristo que no dudaron en salir al encuentro de quien lo necesitaba en ese momento, a las mamás Margaritas y a todos los benefactores”, explicó el P. Gaspar Martínez Morán.

Entre las donaciones y colaboraciones que recibieron los salesiano en Zárate, se destacan:

  • Aporte de la Institución Salesiana (Salesianos ARS) para compra de alimentos, artículos de limpieza y colchones.
  • Colecta de los colegios salesianos centralizada en a través del Colegio León XIII: ropa, alimentos, frazadas.
  • Hogares de Cristo: los chicos asistieron a la gente de los barrios inundados, dando albergue, cocinando para ellos, ayudando en las tareas de higiene y reparación de viviendas para la vuelta a la casas.
  • Taller de Carpintería – Hogares de Cristo: construyó camas y cunas, y reparó muebles de las personas afectadas por la inundación.
  • Comunidades: se armó un equipo de “cocina” con integrantes de las comunidades y voluntarios para preparar viandas con comida caliente para almuerzos, meriendas y cenas para el primer fin de semana (sábado y domingo), tarea que continuaron los chicos de Hogares de Cristo durante la siguiente semana.
  • Muchos voluntarios ofrecieron sus vehículos para el traslado de las viandas y de las donaciones a la gente que no podía acercarse por medios propios.

También, por medio de otras organizaciones locales y provinciales, se recibieron otras donaciones de colchones y frazadas, de agua mineral, de lavandina, entre otros productos. Es difícil nombrar a todas las personas, y a todas organizaciones sociales y populares a las que hay que agradecer. Por eso, muchas gracias a todas y todas, sobre todo a quienes su colaboración queda en el anonimato. 

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