El 1 de noviembre pasado falleció en la ciudad de pampeana de Santa Rosa a los 69 años Mario de la Torre.
Mario fue salesiano cooperador y diácono permanente. Docente jubilado desde 2012. Su tarea se enfocó en el último tiempo en la Fundación “Aportes a la humanidad” (FundAlHum) que llevó adelante junto a su familia y con la que gestionaban un comedor en donde de lunes a viernes preparan el almuerzo para personas necesitadas. También ahí se dictaban talleres para adultos y otras actividades.
Anteriormente estuvo al frente de los Hogares “Don Bosco” y desarrolló una prolongada actividad como docente en el colegio salesiano Domingo Savio.
Fue sepultado este lunes 2 de noviembre al mediodía en el Cementerio Parque. Un cortejo de más de cien autos y unas sentidas palabras de su hijo Juan Pablo le dieron el último adiós.
“Murió el día de los Santos. Si hay cielo, Mario está ahí”, dijo una mujer que esperaba en el cementerio Parque, a la sombra de un olmo el cortejo que llevaba los restos de Mario De la Torre. Previo a la llegada al cementerio Parque, el cortejo pasó por los Hogares Don Bosco en la zona de quintas, donde hubo una parada en cada uno de los lugares de ese obra.
Hubo decenas, tal vez centenas de persona, que esperaron esa llegada en un día ya caluroso al mediodía y con un viento que levantaba la polvareda en las calles de tierra del cementerio.
Muchas persona llegaron a despedir a Mario, querido por su obra salesiana con los Hogares Don Bosco. Su forma campechana lo acercaba a los mejores modos de repartir la palabra cristiana.
Fue el primer diácono de la Iglesia Católica. Está reservado para quien aun teniendo familia, recibe la segunda de las órdenes mayores que otorga la Iglesia y tiene la función de anunciar el Evangelio, bautizar, asistir al sacerdote en el altar, distribuir la comunión y dar testimonio cristiano ayudando a los más pobres.
Por eso se ofició la misa en la Iglesia Catedral. Hermanas de las diferentes congregaciones participaron de la despedida.
En el entierro su esposa Susana Silvestro, estuvo acompañada por sus hijos Juan Pablo, Hernán, Carlos y Marcelo. Son sus hijos del corazón, que tuvieron primero un refugio en el Hogar Don Bosco,. Pero muchos chicos y chicas de los hogares le decían “papá”.
Juan Pablo dijo “lo tenemos que recordar con alegría, como él era. Y recordar sus obras, lo que hizo por muchos chicos”.
En la misa en la Catedral, en el interior., solo hubo familiares y los sacerdotes locales. Apenas una decenas de personas. Pidieron que nadie más lo hiciera por respeto a la situación sanitaria generada por la pandemia del coronavirus. Pero en la vereda, decenas de personas lo despidieron con un aplauso.
Su obra se inició con su voluntad, con el acompañamiento de Susana. Con ayudas, pidiendo dinero a los fieles y al Estado fue levantando los Hogares Don Bosco. Y empujado por su frase de cabecera: “Dios proveerá”. Era la forma de la esperanza y del optimismo que lo marcó en su obra.
El fallecimiento de Mario de la Torre, de 69 años, se produjo este domingo en Santa Rosa. Era una persona muy querida en toda la comunidad, que dedicó casi toda su vida a distintas acciones solidarias.
Docente jubilado desde 2012, su tarea se enfocó en el último tiempo en la Fundación “Aportes a la humanidad” que llevó adelante junto a su familia y con la que gestionaban un comedor en la calle Villegas 664 donde de lunes a viernes preparan el almuerzo para muchísimas personas que lo necesiten. Allí también se dictaban talleres para adultos y otras actividades.
“Hoy tenemos un Santo más con el Señor, falleció Mario de la Torre, primer Diácono Permanente pampeano. Que el Señor lo tenga en su brazos. Rezamos por el consuelo de su familia, Susana, su esposa, y sus hijos”, lo recordaron desde el Obispado de Santa Rosa.
De la Torre nació en Lincoln, provincia de Buenos Aires, en 1951. Además de su papel docente, también era técnico agropecuario.
Fuente: eldiariodelapampa.com.ar
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