Colonia de verano en Zárate: “Dar sin esperar nada a cambio”

Durante el mes de enero, la presencia salesiana en Zárate realizó diversas actividades para niños, niñas, adolescentes y jóvenes que día a día se acercan al Club Chacarita a disfrutar de las tardes de verano.

Más precisamente los días miércoles y jueves se realizó un mini torneo de fútbol, en donde participaron todas las categorías de 6-8 años, 9-11 años y 12-15 años de la Colonia quienes armaron diferentes equipos de masculino y femenino. En esos días, estos equipos de futbol recibieron la hermosa visita del Club Maipú, que se acercó con sus categorías de femenino y masculino, y del Club Central Buenos Aires, también con sus categorías infantiles y los equipos de Talleres (Sub 15) y el seleccionado de La Carjoneta. “Les agradecemos de corazón a todos y a cada uno de ellos, haber compartido unos días a puro fútbol en donde no faltó la diversión, el disfrute y el respeto”, aseguraron los salesianos de Zárate.

El viernes 24 enero, como era el último día de la colonia, fueron visitados por los Bomberos Voluntarios de Zárate con un camión regador que durante unos minutos descargó agua de lluvia sobre los castigados cuerpos por el intenso calor y la alta humedad, refrescando el ambiente. Luego, de la mano de Don Bosco y Dumbo, se realizaron las presentaciones artísticas de cada uno de los grupos. Para cerrar, como cada día, los chicos y las chicas disfrutaron de una maravillosa cena que culminó con un helado de chocolate para cada uno y cada una. “Esta fue una donación de una de las familias colaboradoras gracias a una beca recibida de la empresa Toyota: nuestro generoso amigo, Lauti Giglionne, prefirió compartir parte de la beca que ganó por sus propios méritos con todos los chicos y las chicas de la colonia”, resaltaron los salesianos.

De esta manera, se hizo realidad el lema que tuvo esta edición de la colonia de verano: “Dar sin esperar nada a cambio”.

Alimentar el alma

También hay que destacar al grupo, principalmente, de mujeres: mamás que ofrecieron día a día su tiempo para preparar las comidas de la colonia. Durante unos tres meses previos, pensaron y se pusieron a trabajar buscando donaciones, planificaron los menús para los nenes en cada jornada, elaboraron un recetario de platos sencillos y que gusten a los pibes que siempre son los protagonistas de esta historia.

Cuando el 6 de enero arrancó la colonia y cada día se preparó la merienda, la cena para los 250 pibes y pibas que acuden al Club Chacarita —muchos de ellos apenas pueden comer saludable en sus hogares—, estas mamás trabajaron incansablemente para “alimentar el alma” de los nenes y las nenas que participaron de la colonia.

“Muchas gracias a las más de 30 personas, no solo del grupo de mamás, sino otros familiares que le pusieron el cuerpo a esta importante herramienta para nuestro bienestar”, afirmaron los salesianos.

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