Antonio Damián Carpano: “Yo me conformo con el regalo prometido por Don Bosco: el Paraíso”

Antonio Damián nació en Ensenada el 11 de agosto de 1933. Hijo de Salvador y Dominica Recuparo.

Hizo el noviciado en Morón y la profesión el 31 de enero de 1951. El tirocinio en Bernal de 1954 a 1956. Se recibe de profesor en Letras y estudia Teología en Villada. Se ordena sacerdote en Córdoba, el 20 de noviembre de 1960.

Fue Maestro normal nacional; profesor salesiano en letras; cursó el profesorado en Letras en la Facultad de humanidades y ciencias de la educación de la Universidad de La Plata.

Ejerció su apostolado sacerdotal salesiano en Bernal, en el Sagrado Corazón de La Plata (donde fue director de 1967 a 1972), director en Del Valle y, desde entonces, se convirtió en misionero en La Pampa, donde estuvo hasta el fin de sus días. Fue director en Victorica y párroco en Colonia 25 de Mayo, desde 1995 hasta 2001. También integró el Consejo Inspectorial de La Plata.

 

Actividad apostólica

Desde Colonia 25 de Mayo escribe: “Estuve en General Pico y realmente gocé mucho esos días. Misas, confesiones, bautismos, casamientos, visitas al hospital, unciones de enfermos, grupos de oración, misionero, de Mallín, que piden constantemente tu presencia, etc. Creo que allí han de surgir nuevas vocaciones, pues toman conciencia y rezan. Se ve una iglesia viva, por la oración y el compromiso de los laicos que están en todo.  Aquí, en 25 de Mayo, estamos con los tres grupos de oración semanales y una misa de renovación al mes. Veremos cuando las Hermanitas podrán nuclear jóvenes. Ellas ya tienen algunos agrupados. Te agradecería que me manden alguna revista y publicación del Movimiento Juvenil Salesiano. Cada 15 días tenemos las charlas con el Colegio y también algún video para debatir. La semana pasada estuve de gira por Árbol de la Esperanza. Visitamos 17 puestos y en uno se reunieron varias familias de puestos vecinos.

 

“Trabajos y sudores de un apóstol”

Desde Victorica, en febrero de 1986, escribe al P. Agustín Radrizzani:

“Aquí me tenés organizando y ordenando… ordenando… Ya entenderás por qué no puedo ir a la reunión de directores, de la cual, me impongo por las fotocopias que me llegan gratuitamente. El domingo pasado a las 20, el Sr. Obispo, vino a ponerme en posesión de la Parroquia y me echó encima todos los cánones de la Santa Madre Iglesia. Me daba ganas de salir disparando para Árbol Solo, o Jagüel del Monte… o irme más hacia el desierto con Dios y las estrellas. Pero todo eso, es también fuga de lo que debemos darle a Dios y la Santa Sociedad de San Francisco de Sales (además de las Hijas de María Auxiliadora, tan santas también…). Trato de repartir trabajo y responsabilizar a los laicos, según el aguinaldo de nuestro Padre común. Pero hay que acompañarlos para que crezcan derechos y según el Espíritu”.

 

“Fervet opus”

“Ayer hicimos en Comunidad, el trabajo capitular correspondiente. Hoy tenemos, ‘los 4 mosqueteros del oeste’, reunión de planificación pastoral para arremeter con todo. La semana entrante tendremos reuniones con profesores y maestras para aceitar las ruedas y engranajes del año y sincronizar los mecanismos armónicamente. Por el momento, no hay trabas ni palos atravesados. Programaremos la Semana Santa… asambleas parroquiales, en preparación al 24 de mayo. Tenemos hecha la primera circular a los PP. de familia. ‘Fervet opus’, diría el de Mantua”.

 

“Dólares o vizcachas”

“Aquí, me llegó una cuentita del buen Padre ecónomo, en la que hay un choclo (no de mi quintita), es el atraso de un año entero. A mí, el tener deudas no me deja en paz y por eso te pido que me indultes. Sabés que tendré que poner un frigorífico de vizcachas y hacer escabeche para saldarla. Le pedí a Capelletti 1000 misas, pensando que en junio llegan los 9000 U$A para el rodado. Cuando me lleguen las misas, pediré a las casas que puedan, me ayuden a rezarlas, así crece entre todas, el espíritu misionero, en este año jubilar de las misiones pampeanas”.

 

Catequesis de comunión y familiar. Problemas familiares

“Se empezó la catequesis en los pueblos y aquí, el sábado in albis. Colaboran mucho las Hermanas. Ellas también dan catequesis en 5º y 3 año. Este año, empezamos con 2 años de preparación para la comunión. Echamos ya a rodar la UPF, por supuesto, con todo lo que significa la ignorancia y el problema de hogares deshechos o por hacer… Dios nos da una manito…”

 

Problemas edilicios y económicos

“El edifico nuevo se deteriora y es una realidad desenfocada en lo que hace a su funcionalidad. ¿No se podría adecuar el salón para el funcionamiento el jardín y preescolar? Lo vimos así en la Comunidad, como algo posible. Siguen los consabidos problemas económicos y los pedidos de eximición de deudas y pedidos de subsidios y colaboración para proyectos de obras.”

 

La figura moral de Carpano

Actividad intensa y trabajo de renovación apostólica

“Aquí, en Victorica, hemos comenzado el ritmo normal de las actividades de la casa, que el año que viene cumple 90 años. La iglesia ya cumplió 100 años y la iglesia de Telén cumple, el viernes, 75 años y harán una misa de acción de gracias… nadie discute ni pone en duda el valor infinito de la santa misa, sólo nos falta imaginación y dinamismo, para dar vuelta el pueblo, de abajo a arriba… en fin: stop. Hemos hecho aquí una semana santa, creo que muy provechosa a juzgar por la afluencia de fieles y frecuentación de los sacramentos. Se repartió el programa casa por casa, a cargo de las parejas de cursillistas y legionarias de María… fueron bien recibidas. En Luán comencé a rezar la misa a las 8:30, así puedo luego visitar a las familias y agrupar a los jóvenes, que sin nuestra presencia permanente, se diluyen”.

 

Carácter fogoso, sincero y algunos enojos

Un carácter fogoso como el suyo, es a veces impetuoso e impulsivo, pero siempre sincero y constructivo, como cuando le escribe al Padre Inspector: “Gracias por tu alentadora noticia. No creas que el hecho de señalar algún punto en el que no estamos de acuerdo, sea motivo de fricción o menoscabo de la caridad. La caridad necesita de sinceridad, que es una contribución noble al bien común, ya que ninguno tiene el dominio absoluto de la verdad y son puntos de vista distintos que conviene considerar…”

En otra oportunidad, y refiriéndose al pedido que le hacen de colaborar con la municipalidad en el proyecto del Congreso Pedagógico programado por el Ministerio de Educción para ese año, dice: “Hay que estudiar qué quiere hacer la Inspectoría, seriamente, cuáles son realmente nuestras prioridades, si son los pobres, los marginados, las misiones. Habrá que pensar qué estilo se demuestra potenciando las obras con personal adecuado a la magnitud de la empresa apostólica, o nos morimos de angustia, porque la realidad nos aplasta. Aquí, ninguno está tiempo pleno, sino saltando de una cosa a otra (los que todavía podemos saltar, por supuesto) ¡Aleluya!”.

 

Capacidad de amistad

Lejos de ser un carácter hosco o severo, Antonio Damián Carpano poseía una capacidad de “amistad auténtica y madura, penetrada por la presencia de Jesús, que hace que lo nuestro sea una iglesia…”. Así se expresaba Mons. Argimiro Moure, en una carta fechada el 10 de septiembre de 1968, en la que le agradecía también por su “noble bondad y exquisita caridad hacia su persona, primero por acompañarlo fraternalmente, o casi paternalmente, en momentos difíciles… y haber puesto tanta diligencia en encontrarle una salida generosa a esa situación”. Añade, como explicación, que no todos los salesianos pueden escribir cosas así, a sus directores y termina manifestándole su profundad estima y mutua amistad. Esta referencia bastaría para entender algo mejor el carácter de Antonio, que, con ser impetuoso y activo, no dejaba de cultivar valores de sinceridad, lealtad y amistad.

 

Audacia y desprendimiento en lo comunitario

En 1971, la obediencia lo destina a Del Valle. Mientras se prepara para cambiar, reflexiona sobre esta situación. Respecto a la comunidad donde se encontraba hasta ese momento, dice que es plenamente feliz: “me entiendo con mis hermanos, hemos formado una profunda y sana amistad con los padres de alumnos. Tengo a mi santa y anciana madre cerca y el status de director no me deja faltar nada, aunque no sea de mi propiedad. No podemos hablar de obediencia y sacrificio, si no lo demostramos en primer lugar a nuestros hermanos, que somos capaces, por la gracia de Dios, de toda audacia y desprendimiento. Si no somos capaces de “perder la propia vida”, quedamos estériles. Sé que tengo muchas inconsecuencias y cómo sintiéndome por gracia de Dios generoso para los demás, me aferro a idolillos estúpidos… Dios quiera obrar sobre nuestra humildad, con mucho sabor a tierra y fragilidad. Quiero que esta disponibilidad sea incondicional para que sea libre y no me ate a nada. Al cambiar mi cuarto privado con biblioteca, antesala y sueño privado, por la celda simple de un dormitorio de pupilaje mi carne se revela, pero mi espíritu se siente con aquella libertad, que hizo decir a San Francisco de Asís, frente a su P. Bernardone, al dejarle los vestidos de seda: ‘Padre nuestro que está en los cielos…’”.

 

Saber dejar el puesto

En ocasión de la preparación de un Capítulo Inspectorial, escribe al Inspector: “Aquí te mando la lista de los candidatos que pueden enriquecer el Capítulo Inspectorial próximo, con sus experiencia e ideales. Te aclaro que en la votación de la Casa de Acha-Victorica, renuncié cuando se me elegía como delegado, porque después de treinta años consecutivos, o más, que tengo participando en Capítulos, me parece bien, en el Señor, dejar mi puesto a otro hermano que no haya sido escuchado en la máxima reunión de la Inspectoría. No quiero decir con esto, que me desentienda. Tené la seguridad de mi oración y también de mi aporte de reflexión y opinión responsable, en lo que hace a nuestra vida institucional”.

 

Homenaje a salesianos pampeanos

El 29 de septiembre de 2006, visitando las parroquias del sudoeste pampeano, Mons. Rinaldo Fidel Bredice decía: “El P. Carpano es un sacerdote apostólico con iniciativas. Pastor que conoce a sus ovejas por el nombre y hasta por el sobrenombre. Su fuego apostólico lo hace accesible, querido y escuchado por todos. Es culto, de formación humanista, pero sobre todo apostólico y misionero, como Jesús”.

Durante esa gira, el obispo Bredice predicaba en las casas haciendo la catequesis y el P. Carpano confesaba en la cocina, convertida en capilla. La crónica del relato de esa gira fue escrita, según el obispo, por la “creativa pluma del P. Damián Carpano”. Es un relato atractivo y desestructurado, que se fue hilvanando a medida que sucedían los hechos, mientras él acompañaba al Obispo diocesano en la visita anual a su parroquia, la más dispersa de la diócesis. El relato termina con la frase anotada por el P. Damián: “cuando nos despedimos con el Obispo, sentimos que el corazón se nos quedaba con esa buena gente de la soledosa y señera Loma Negra, que siempre nos espera”.

 

Bodas de oro y pascua

El 20 de noviembre de 2000 se celebraron los 40 años de su ordenación sacerdotal, en Colonia 25 de Mayo, y el 30 de octubre del 2001, la Comunidad Inspectorial de La Plata festejaba sus bodas de oro de profesión salesiana, ocasión en la que él agradeciendo el regalo prometido por el Padre Inspector, pedía: “yo me conformo et ultra, con el regalo prometido por Don Bosco, que todos anhelamos después del pan y del trabajo: el Paraíso”. Lo obtuvo finalmente el 30 de marzo de 2013, fecha en que falleció a los 80 años de edad, en Santa Rosa, donde había sido llevado por motivos de salud. De allí fue trasladado a Colonia 25 de Mayo, su parroquia, donde Mons. Poli, presidió sus exequias. Finalmente, fue sepultado el cementerio salesiano de La Plata.

 

El recuerdo de un buen pastor

En 2013, al poner en posesión de la parroquia San Juan Bosco de Colonia 25 de Mayo a Fray Pablo Scaratti, Mons. Mario Aurelio Poli, obispo de Santa Rosa en ese momento, recordaba “entre otros venerables misioneros, la huella evangelizadora que dejó nuestro querido P. Damián Carpano, quien hace apenas uso días ha sido llamado por el Señor a su presencia. Muchísimas familias diseminadas en el extenso desierto, donde celebró los misterios de la fe, para consuelo de la gente más sencilla y alejada. Se cumplen 20 años desde su llegada a la parroquia San Juan Bosco y a pesar de los años y de su salud que no lo acompañaba, nunca dejó de asistir a las comunidades como buen pastor”.

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