La Casa Salesiana del Sagrado Corazón, de Villa Luzuriaga, celebraron los 150 años de las misiones salesianas durante un mes con tres actividades que nuclearon a toda la comunidad.
El sábado 8 de noviembre se inició el mes misionero de la Casa con la eucaristía y un encuentro de reflexión, canto y compartida en el que se fue repasando los tres verbos que este tiempo invita a conjugar vitalmente, también en esta Casa: agradecer, repensar, relanzar. El centro local de Salesianos Cooperadores, junto con la comunidad de Sagrada Familia, organizaron este espacio para toda la comunidad donde, al final, ingresó una nueva imagen de Ceferino Namuncurá que acompañó todo este mes tan especial. El lema que los ha acompañado —y que desde hace unas semanas está en la fachada del templo— ha sido “Misioneros de esperanza”, porque el fruto de este año jubilar en el que se está peregrinando la esperanza es para esta comunidad el compromiso cotidiano de hacerla posible allí donde nos se encuentran.
Dos semanas después, el 22 de noviembre, se realizó una jornada de trabajo comunitario en el que más de 40 personas se pudieron a arreglar, limpiar, pintar y reparar el nuevo “Parque Ceferino Namuncurá”, un lugar que está detrás del santuario y que mucha gente utiliza para momentos de compartida y distensión.
También se preparó el lugar donde se colocaría después la nueva estatua de Ceferino, que durante todo el mes acompañó a la comunidad al lado del Altar del santuario.
Y este mes misionero concluyó el sábado 6 de diciembre, con la Asamblea Local, iluminada por el mismo lema “Misioneros de esperanza”. En ella, el equipo local del PEPSAL presentó los pasos dados hasta ahora en el Proyecto y ofreció un espacio a la asamblea para enriquecer el camino con sus aportes. Con todo esto se anunció que en 2026 se abre la última etapa del PEPSAL (la proyectiva) como un modo de responder a la invitación a “RELANZAR” que nos hacen estos 150 años. En la segunda parte de la Asamblea se celebró comunitariamente la historia misionera salesiana en una procesión en la que se llevó la estatua de Ceferino (fruto preciado de las misiones salesianas) desde el Santuario hasta el lugar preparado para él en el Parque Ceferino Namuncurá. En cada parada de esta procesión se evocó la historia, personas y hechos relevantes de cada comunidad… al final se pidió al Señor que, por intercesión del Peñí Ceferino, ayude a ser, en estas tierras matanceras, una verdadera iglesia en salida misionera.
Luego de esta celebración local toda la comunidad de la Casa Salesiana Sagrado Corazón se prepara para los festejos nacionales del próximo 13 y 14 de diciembre en Buenos Aires.














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