Con motivo de los 150 años de la llegada de los salesianos a la Argentina, Racing Club homenajeó a Don Bosco, su Patrono y Protector desde 1967, mediante la entronización de una mayólica conmemorativa.
El acto se llevó a cabo en la Sede Capital “Norberto Perone” (Nogoyá 3051, Villa del Parque) el sábado 23 de agosto, coincidiendo con la celebración del aniversario de la gesta en que hinchas, socios y socias impidieron el remate judicial de la Sede de Villa del Parque en épocas de quiebra.
Asistieron autoridades del Club y de la Sede Villa del Parque, representantes de diversos departamentos y un nutrido grupo de hinchas relacionados con la familia salesiana, mientras un clima “oratoriano” animaba la jornada en que cientos de niños y jóvenes participaban de diversas actividades deportivas seguido del video documental en recuerdo de la gesta de Villa del Parque y posteriores presentaciones musicales. Los participantes recibieron como recuerdo una estampa de Don Bosco cuyo diseño de portada ha sido realizado por el mismo club y en su reverso lleva una oración particular al Patrono de Racing. La bendición estuvo a cargo del P. Juan Francisco Tomás, capellán de Racing Club.
La mayólica, diseñada por Gustavo Martínez (laico salesiano de la Casa Salesiana San Juan Evangelista, de La Boca, y pastoralista en la Casa Salesiana San Francisco de Sales, de Almagro) resalta el viaje imaginario de la primera expedición misionera salesiana desde el Puerto de Génova a Buenos Aires y lleva la siguiente inscripción: “1875 – 2025: 150 años de la llegada de los Salesianos a la Argentina. San Juan Bosco patrono y protector de Racing Club. Homenaje a los misioneros salesianos, a los hijos y herederos del sueño de Don Bosco que continúan con su misión educativa y evangelizadora en nuestra Argentina”.
También se recordó a salesianos (consagrados y laicos), exalumnos y oratorianos que han pasado por el club; en especial a Norberto Chindemi quien, siendo en 1967 salesiano sacerdote, sucesor de Carlos Mugica en la Capellanía de Racing, fue el mentor del patronazgo de Don Bosco en el club. Norberto Chindemi, continuó luego como laico trabajando fuertemente en este propósito hasta casi al final de su vida; sus hijos fueron los encargados de descubrir la mayólica de Don Bosco en esta oportunidad.
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