(AICA – ANS) Dilexit nos («Nos amó»), la cuarta encíclica del Papa Francisco —publicada el jueves 24 de octubre por el Vaticano—, recupera la tradición y actualidad del pensamiento sobre “el amor humano y divino del Corazón de Jesucristo”, invitando a renovar la devoción auténtica, para no olvidar la ternura de la fe, la alegría de servir y el fervor de la misión.
El Papa defiende la importancia y actualidad de la devoción al Corazón de Jesús, recordando la contribución al respecto de los teólogos, de los místicos y de varios Papas, a lo largo de los siglos.
“La devoción al Corazón de Cristo es esencial para nuestra vida cristiana, ya que significa nuestra apertura, llena de fe y adoración, al misterio del amor divino y humano del Señor, hasta el punto de que podemos afirmar, una vez más, que el Sagrado Corazón es un compendio del Evangelio”, escribe.
El nombre de la encíclica proviene de un pasaje de la carta de San Pablo a los Romanos (8,37), sobre el amor de Cristo.
El Santo Padre advierte acerca de un “fuerte avance en la secularización”, considerando que apunta a “una vida libre de Dios”.
“A esto se suma la multiplicación en la sociedad de diversas formas de religiosidad ,sin referencia a una relación personal con un Dios de amor”, escribe Francisco.
“En medio de la agitación del mundo actual y de nuestra obsesión por el tiempo libre, el consumo y la distracción, los teléfonos y las redes sociales, nos olvidamos de alimentar nuestra vida con la fuerza de la Eucaristía”, lamenta el Papa.
La encíclica, escrita originalmente en español, se publicó en la recta final de la XVI Asamblea General del Sínodo de los Obispos, y señala que hay “comunidades y pastores centrados sólo en actividades externas, en reformas estructurales desprovistas de Evangelio, en organizaciones obsesivas, en proyectos, en reflexiones secularizadas, en diversas propuestas presentadas como exigencias que, a veces, se pretenden imponer a todos”.
Francisco dice que sintió la necesidad, con su nuevo documento, de proponer a la Iglesia “una nueva profundización del amor de Cristo, representado en su santo Corazón”.
“Allí encontramos todo el Evangelio, allí está sintetizada la verdad en la que creemos, allí está todo lo que adoramos y buscamos en la fe, allí está lo que más necesitamos”, escribe.
El Papa cuestiona un cristianismo que ha “olvidado la ternura de la fe, la alegría del servicio, el fervor de la misión de persona a persona”.
“Nunca debemos olvidar este secreto: el amor por nuestros hermanos y hermanas en nuestra propia comunidad —religiosa, parroquial, diocesana, etc.— es como el combustible que alimenta nuestra amistad con Jesús”, sostiene.
A lo largo de 220 puntos, divididos en cinco capítulos, una introducción y una conclusión, la encíclica número 300 de la historia de la Iglesia repasa reflexiones de Papas anteriores, el magisterio católico y propuestas de espiritualidad que se remontan a diversos textos bíblicos.
Dilexit nos puede verse aquí o puede encontrarse en la sección Recursos de esta web para leer, descargar y/o imprimir.
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